Ander Guevara: "Sueño con ser importante en la Real"
Lleva años llamando a la puerta del primer equipo hasta que la derribó el curso pasado con un partidazo contra el Levante. Ahora ya forma parte de la Real y comienza su aventura en el fútbol profesional. Tras dejar el filial, concede al Diario AS la primera entrevista de su carrera.
-¿Cómo está llevando estos días tan especiales como jugador del primer equipo?
Con mucha ilusión, porque no es la primera pretemporada, pero como parte del grupo como uno más sí es la primera. He intentado prepararme bien para llegar lo mejor posible, y estos primeros días están siendo muy especiales, estamos entrenando muy fuerte.
-¿Qué se le pasa por la cabeza cuando le dicen que va a subir ya al primer equipo?
Es difícil de explicar. Es lo máximo a lo que aspiras. Cuando entras en la Real, yo bastante joven, solo trabajas con ese objetivo, y después de tantos años, cuando te dicen que cuentan contigo para estar en el primer equipo, sientes una felicidad inmensa.
-¿Y en su caso más felicidad? Lo digo porque tengo la sensación de que le ha costado llegar más de lo que todos pensábamos hace unos años...
No lo sé. Pero yo tengo muy claro el tipo de jugador que soy. No soy ningún fiera de serie. Tengo un puesto bastante específico, soy mediocentro. Creo que tengo una característica que me ha ayudado estos años, que soy trabajador y constante. Y fruto de eso me ha llegado el premio, quizá un poco más tarde como dices, pero no cambiaría por nada el camino que estoy teniendo.
-Los que me conocen destacan también de usted su personalidad, demostrada como capitán del filial...
Sí, es que me gusta hacerme notar, me gusta hablar, porque la comunicación en el campo es importante, y más desde mi puesto, porque en el centro ves más cosas, ves qué pide el juego en cada momento, y me gusta corregir en todo lo que puedo al que tengo al lado, y en ese sentido si que me gusta intentar ser buen comunicador.
-El año pasado debutó en Primera, pero justo después se lesionó. ¿Cuantas veces temió que eso le perjudicara en su progresión?
(Sonríe) Pues fue un poco duro, porque llevaba mucho tiempo esperando con esa ilusión de debutar en Primera, y tengo la sensación de que aquel día hice un partido decente para ser el primero. Y a partir de ahí las expectativas eran altas, incluso las que yo me ponía, pero al final las lesiones no las controlas. Intente apretar todo lo posible, porque creía que podía tener otra oportunidad. Luego la recuperación fue buena, y al final me tocó ayudar más al Sanse, que teníamos un momento difícil, y también encantado.
-¿Aquel día contra el Levante se dio cuenta de verdad que podía ser jugador de Primera?
Puede ser, porque está claro que hasta que realmente no juegas, no te das cuenta de que quizás puedes ser válido. Y sí que es verdad que hasta entonces llevaba un montón de entrenamientos con el primer equipo, pero hasta que no debutas, no sabes si vas a estar a la altura. Pero tengo que contarte un secreto.
-Diga, diga...
La semana anterior tuve mucha gente que echó un cable. Me acuerdo sobre todo del capi, de Illarra, que el día anterior me cogió en el gimnasio y me dijo que estuviera tranquilo, que lo hiciera como sabía. Y eso me ayudó un montón. Y luego, claro, la confianza de Imanol. Yo estaba convencido de que lo podía hacer, y me di cuenta al final de que podía pelear con gente de Primera.
-¿Ayuda subir al primer equipo de la mano de un entrenador con el que ha pasado tanto tiempo en el filial?
Sí, porque aparte de que le confíes de antemano, hemos pasado mucho tiempo juntos, se el tipo de juego que quiere implantar, lo hace todo de forma natural, y es todo más fácil porque sabes lo que te va a pedir y él sabe lo que le puedes dar, así que en ese sentido la adaptación es más fácil.
-También ayudará el cambio del filial desde hace unos años, adaptándose a la exigencia e intensidad del primer equipo...
Sí, porque yo creo que eso es algo que estaba cambiando en los años en el Sanse y se nota. Aunque es verdad que esto es primer nivel, va todo más rápido y los errores se pagan más caro. Y en ese sentido cada día es un aprendizaje. Estamos esperando y cuesta coger la marcha necesaria.
-Es que la competencia que tiene en el centro de campo es brutal...
Cierto, pero no es por quedar bien, lo veo realmente así, el hecho de estar tanta gente en el medio campo, a mí ayuda a aprender cada día un montón y me exige más. Porque los que venimos de abajo tenemos más que demostrar. Creo que tengo suerte de poder estar cada día con ellos.
-¿Qué les dan en Zubieta para que salgan tanto mediocentros tan buenos?
(Sonríe) No lo sé, en los últimos años es verdad que ha salido mucha gente por dentro. Al final desde abajo se trabaja muy bien, los conceptos básicos del centrocampista están muy interiorizados y desde pequeños nos enseñan a perfilarnos, orientarnos y jugar hacia delante. Y ahí se ven los resultados.
-¿Está ante su gran oportunidad para demostrar que tiene sitio en Primera?
Puede ser. En mi familia siempre lo hemos visto muy claro, desde que llegué en cadetes cada año era la gran oportunidad porque era seguir mejorando y creciendo. Y ahora pienso que es lo mismo, aunque es Primer y eso me da como una gran oportunidad, pero soy joven y espero que queden muchas temporadas por delante.
-¿Qué expectativas tiene en este primer año en Primera?
Lo primero que a todos nos vaya bien y se cumplan los objetivos. Y en lo individual quiero jugar todo lo posible, pero ayudar y si tengo que asumir un rol de jugar menos, desde el primer momento lo asumiré encantado para ayudar.
-¿Si no le llegan a subir al primer equipo, se busca una salida del club?
He intentado estar al margen de eso, se habló de lo del Alavés y he odio cosas. Pero desde el primer momento el club ha confiado en mí, y hemos ido de cara todas las partes y sólo pensaba en estar en el Primer equipo, y ahí se acaba la historia.
-¿Cómo es Guevara cuando sale de Zubieta?
Un chico normal. Tengo mis estudios, estoy cursando la carrera de derecho, me queda alguna asignatura de tercero y el cuarto curso. Y luego veremos si me meto a hacer el máster de abogacía. Luego soy amigo de mis amigos, tengo novia, me gusta volver a Vitoria para estar con mis padres. Muy normal todo.
-¿Cree como Barrenetxea que tienen equipo para clasificarse para la Champions?
Pues yo creo que sí desde ahora no somos ambiciosos, mal nos va ir. El equipo que se está formando es supercompleto y podemos aspirar a todo. Luego el tiempo dirá y que nivel podemos dar. Pero no creo que haya que ponerse límites, y Europa debe ser una ambición.
-¿Qué le parecen los fichajes?
Sin buenos, la verdad. Son chicos muy normales y que tienen un nivelazo, han venido con muchas ganas y están comprometidos. Son un acierto y van a dar un nivel muy alto.
-Por cierto, ¿qué sintió cuando la grada Aitor Zabaleta le cantó el cumpleaños feliz?
Fue una sorpresa, la verdad. Me lo habían comentado pero ya no me acordaba. Y cuando pasó pensé ‘donde me meto ahora’ (Risas) Fue superespecial. Todavía se me ponen los pelos de punta al recordarlo.
-¿Con qué sueña en la Real?
Sueño con estar muchos años aquí y ser importante aquí y dar buen nivel. Y cuando me toque marcharme, que ojalá sea muy tarde, que la gente guarde un buen recuerdo de mí.
-Y si el club le propone una cesión este verano...
Ya veremos, pero no me lo planteo, porque me han dicho que cuentan conmigo como uno más en el primer equipo. Soy consciente de que hay mucha gente en mi puesto y estará caro jugar. Pero para eso trabajo duramente, para poder contar con minutos. Y si llega esa situación, ya se hablará, pero no pienso en algo así.
-¿A Xabi Alonso le va a pedir consejo?
Me lo estoy pensando porque verle cuando llegó fue un subidón. Es una suerte que haya vuelto al club y a la gente del Sanse estoy convencido que le va a venir muy bien.