Felipe: 'Vale Tudo', sexto central brasileño de la historia del Atleti
El anterior en el Atlético fue Miranda, que recuperó la escuela que dejó Luiz Pereira. Andrei e Iván Rocha no llegaron a dar ese nivel. Eller no cuajó.
Felipe aterriza en el Atlético con la presión de sustituir a Godín, referente del centro de la defensa rojiblanca durante nueve temporadas. La exigencia será enorme para un central ya veterano, de 30 años, que llegó a Europa en 2016. El apodo que le pusieron en Portugal lo dice todo. Vale Tudo no se anda con contemplaciones. Al central le gusta el sobrenombre de arte marcial con el que le bautizaron en el país vecino, principalmente los aficionados rivales. No parece afectarle. "Eso acabó siendo un alimento para mí, un combustible. No me quejo, que sigan si quieren porque eso me dará más fuerza. Intento ser agresivo, pero sin mala intención", explicaba hace justo un año. Ordenado, sereno y con un poder enorme tanto en la marca como en el juego aéreo no busca comparaciones. "Godín es un gran defensa con una gran historia detrás, pero yo vengo a hacer la mía", sentenció en Barajas.
El ex del Oporto será el sexto central brasileño de la historia del Atlético. La escuela canarinha ha tenido diferentes representantes en la historia del club. El último y muy brillante fue Miranda, al que se refirió precisamente Felipe en su presentación. "Me inspiraba", explicó. Joao Miranda formó durante cuatro campañas una pétrea pareja con Godín. Ese dúo pasará a la historia ya que ganaron cinco títulos juntos. Miranda aterrizó en el Atlético procedente del Sao Paulo en 2011. Venía con fama de central elegante, pulcro, que apenas recurría a las faltas o a ir al suelo para ser efectivo. En el Atlético cambió algo su forma de jugar. Medía igual de bien, pero Simeone le reclamó contundencia. La tuvo. Quizá ha sido el central brasileño que más se ha acercado a la mítica figura de Luiz Pereira en el Atlético. La leyenda ganó solamente una Liga y una Copa, pero pasó a la historia durante sus cinco temporadas como rojiblanco como un central de primerísimo nivel. Más que un central, era un libre, una figura en desuso actualmente. No destacaba por su dureza, pero no dudaba en emplearla si era necesario. Pero el mejor recuerdo era verle sacar la pelota jugada o pegada al pie. Elegancia.
Esa tarjeta de visita con la que Andrei Frascarelli aterrizó en el Atlético en 1997. "Me parezco a Luiz Pereira", llegó a decir nada más llegar. Era también un jugador fino, de salida armoniosa y con un tremendo disparo con la pierna izquierda. En el Atlético tenía la difícil labor de suceder a Solozábal y no llegó a tanto. Se le recuerda también por sus pocos reparos a la hora de frenar a los rivales, aunque su mejor recuerdo es el gol que le hizo al Racing de falta directa en El Sardinero y que metió al Atlético de forma directa en la UEFA.
Un cañón en su pierna izquierda tenía también Iván Rocha. Llegó procedente del Valladolid en 1994. Era un futbolista certero a balón parado, de hecho sus dos goles con el Atlético fueron de esa manera. Los dos al Barcelona en el Calderón, uno de penalti y otro de falta para una victoria por 2-0. Lamentablemente una lesión en la rodilla truncó su etapa rojiblanca.
Fabiano Eller llegó al Atlético en enero de 2007, después de haber sido campeón de la Libertadores con el Internacional de Porto Alegre. El equipo necesitaba un central zurdo y el brasileño era una opción asequible. Tardó en debutar y, cuando lo hizo, no dio sensación de seguridad. Fue expulsado dos veces en sus primeros doce partidos y se le recuerda por aquel gol en El Madrigal, con un jugador amarillo tirado en el área para darle la victoria al Atlético de forma muy polémica.