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BARCELONA

Los nombres clave de la operación retorno de Neymar

Pini Zahavi, el prestigioso intermediario israelí, ha cogido las riendas de una operación compleja que sólo llegará a buen puerto si se dan un buen número de circunstancias.

Neymar, cuando el Barça presentó en Japón el patrocini con Rakuten.
Neymar, cuando el Barça presentó en Japón el patrocini con Rakuten.TORU YAMANAKAAFP

Una operación de las dimensiones del posible regreso de Neymar al Barcelona acoge a su alrededor multitud de personajes de carácter muy marcado y con un papel de cierta importancia dependiendo de los casos. Si se tratase de colgar un mapa de la situación en el tablón de la oficina, estos serían los nombres principales que aparecerían.

Pini Zahavi. Israelí de 75 años, Neymar le dio las llaves para negociar su salida del Barcelona en 2017 y ha repetido este curso. Él debe encargarse de liderar personalmente las conversaciones con el PSG para conseguir su salida. Su primera decisión ha sido que el padre de Neymar desaparezca en lo posible de la escena pública y que las negociaciones se hagan en paz y con discreción. Pini Zahavi fue periodista deportivo hasta que a finales de los 80 empezó a dedicarse a su labor de intermediario. Personaje importante en los inicios del Chelsea de Abramovich, es uno de los agentes de más prestigio en el fútbol mundial y asoma como uno de los personajes determinantes en la operación Neymar. También tiene lazos con los agentes de Coutinho, Kia Joorabchian y Giuliano Bertolucci.

Tamin Bin Hamad Al Thani. El emir de Qatar tomó el control del PSG en 2011 a través de Qatar Investment Authority. Gran amante del deporte, orgulloso de la concesión a Qatar del Mundial de 2022, su aparición fue determinante en el fichaje de Neymar y pese a que la cara en el club la da Nasser Al Khelaifi, la mano que mece la cuna es él. Cumplió su sueño de tener a Neymar para convertirlo en el embajador de Qatar, pero en los últimos tiempos se ha sentido decepcionado por el equipo. En mayo viajó a París con el fin de poner orden en un club que no sólo empezaba a perder en la Champions, sino a transmitir mala imagen pública con las peleas de gallos en el vestuario. Sólo si él da el visto bueno, la operación podrá seguir hacia delante. Pero da la sensación de que ya no está enamorado de Neymar.

Neymar da Silva Santos. 'O pai do craque', gran impulsor de la salida de su hijo de Barcelona rumbo a París, ha empezado a admitir que pudo equivocarse poniendo en marcha aquella decisión que pudo perjudicar no sólo deportivamente sino también personalmente a un chico que estaba menos solo y tenía una vida más plena en Barcelona. Neymar padre ha desaparecido en el último mes de la vida pública. No concede entrevistas, no acudió a la concentración de la selección de Brasil en Sao Paulo antes de uno de los partidos de la primera fase cuando fue su hijo y ha dado las llaves de la operación a Pini Zahavi. Eso sí, su presencia será clave para anular la demanda que en su día interpuso contra el Barça por el pago del bonus de renovación que el club azulgrana se negó a abonarle después de la fuga al PSG.

Josep Maria Bartomeu. Nunca discutió la categoría como futbolista de Neymar ("es de talla mundial"), pero aseguró que el Barça ya había tomado sus decisiones fichando a Dembélé y Coutinho y que quien había decidido marcharse era el jugador. Off the record, además, el presidente azulgrana descartó varias veces su fichaje este año. El 4-0 en Liverpool cambió la hoja de ruta de Bartomeu, que consideró que necesitaba agitar al equipo y grandes nombres para calmar a la opinión pública o, lo que es lo mismo, a la oposición. Fue entonces cuando, desde fuera, observó el mal ambiente en el PSG y las pocas ganas de seguir de Neymar hasta activar la operación. Aunque denota cierta preocupación por la puesta en escena del que sería el regreso más polémico de la historia del club, Bartomeu se ha liado la manta a la cabeza y, después del fracaso de De Ligt, se ha lanzado a por un fichaje que pone de nuevo patas arriba el planeta fútbol.

Nasser Al Khelaifi. El presidente del PSG, obedece órdenes de emir de Qatar. Él, en el fondo, es un empleado que pone la sonrisa, el trato artificialmente educado y que no mantiene buenas relaciones con el Barça. Desde que está en el cargo, el PSG ha frenado cualquier intento de los azulgrana por llevarse a alguna de sus figuras, se llamara Thiago SIlva, Marquinhos, Verratti o Rabiot. Sin embargo, la entrevista que concedió a France Football permite intuir una nueva era en el PSG, con menos vedettismo. Algo cansado de tanta estrella, podría levantar la mano y abrirle la puerta a Neymar. Lo que todavía se desconoce es qué precio, en líquido o en jugadores, le pondría al brasileño. Según Le Parisien, la primera cifra son 300 millones de euros, sólo asumible para el Barça si también tasa a sus jugadores clave.

Messi. Es para muchos el gran origen de la operación. Hace unas semanas trascendió una reunión entre el presidente, Josep Maria Bartomeu, y el argentino en su casa de Castelldefels. En la misma, Messi podría haberle sugerido el regreso de Neymar, que entonces parecía una quimera y ahora sería una posibilidad real. Resulta curioso que fue en la boda del argentino cuando el brasileño empezó a hacer llegar a sus compañeros que se marcharía. Pese a que las ansias de volar libre de Neymar al PSG estuvieron relacionadas con su sueño de ser el mejor jugador del mundo y Balón de Oro, los dos mantuvieron una buena relación. Con un alto grado de exigencia para sus compañeros, Messi se divierte con Neymar y lo tiene muy bien considerado a nivel futbolístico. El reencuentro parece más cercano.

Los 'teloneros' Coutinho, Dembélé y Rakitic. Hay personajes sin los cuales la operación puede ser imposible, pero que tienen menos importancia que los seis principales. El Barça, por ejemplo, necesitará el visto bueno de sus jugadores para poder meterlos en la operación Neymar. Coutinho y Dembélé empiezan a asomar como favoritos después de dos años de bajo rendimiento o, cuando menos, muy irregulares. El brasileño ya ha dado luz verde a su salida y el PSG no es una opción que le disguste. El francés, pese a que había sido tachado de intransferible, volvería a su país y compartiría equipo con su buen amigo Mbappé. Los dos, Coutinho y Dembélé, estarán en disposición de exigor cosas porque sin ellos la operación es inviable. El Barça no tiene dinero para afrontarla sólo desde la caja. Rakitic, jugador del gusto de Tuchel y que ya fue pretendido por el PSG, es otra de las piezas que el Barça podría intercambiar. Eso sí, en contra de la opinión de Ernesto Valverde a quien, como a Tuchel, todo el terremoto Neymar le coge muy lejos. Es una operación estratégica de clubes en la que tienen que decir poco.