Rapinoe responde a Trump: "No voy a ir a la puta Casa Blanca"
La capitana de EE UU, que no canta el himno en señal de protesta por las políticas de Trump, contestó al presidente, que criticó a la jugadora por su conducta "inapropiada".
No era la primera vez ni tampoco será la última. El 'divorcio' entre Megan Rapinoe, la capitana de la Selección de Estados Unidos, y Donald Trump, es evidente y viene de lejos, incluso de antes de que éste fuera elegido, desde la campaña electoral.
Este lunes, antes del partido de octavos de final ante España, Rapinoe volvió a negarse a cantar el himno y tampoco llevó su mano al corazón mientras éste sonaba. Estados Unidos lo pasó mal para eliminar a España y los dos goles de Estados Unidos los marcó Rapinoe, de penalti, el último muy discutible. Tras el partido ante España, los medios estadounidenses, deseosos de borrar cuanto antes el tuteo de España, preguntaron a la capitana si se sentía emocionada de pensar en ser recibida en la Casa Blanca si Estados Unidos gana el Mundial. "No iré a la puta Casa Blanca", respondió.
Ya el mismo lunes, y entre los elogios a España y la polémica por la forma de clasificarse de la campeona del mundo, el foco de atención se desvió a la reacción de Trump por el gesto de la capitana: "No es apropiado lo que ha decidido hacer Rapinoe".
La futbolista, que se ha convertido, como ella dice, en "una protesta ambulante" contra las políticas de Trump, no tardó en lanzar un dardo verbal al presidente de Estados Unidos. "No iré a la jodida Casa Blanca", dijo. "Tampoco nos van a invitar. Lo dudo", añadió, en alusión a una hipotética recepción en la Casa Blanca si vuelven a ganar el Mundial. Para ello, primero tendrán que eliminar este viernes a Francia, la anfitriona.
Las acciones irreverentes de Rapinoe hacia todo lo que tiene que ver con Trump no son nuevas. Rapinoe se ha convertido en la portavoz de las reivindicaciones del fútbol femenino en Estados Unidos. Las futbolistas demandaron en marzo a su federación reclamando la igualdad salarial respecto a sus colegas hombres. Trump tampoco ayuda en esta vieja pretensión. "El salario que percibe un futbolista tiene mucho que ver con la economía. Sé que cuando tienes a Cristiano Ronaldo y algunas de esas estrellas... reciben mucho dinero, pero atraen a cientos de miles de personas", sentenció Trump.
La capitana está comprometida en su lucha contra la discriminación social de todo tipo. Además, en 2012, reconoció abiertamente su homosexualidad y desde entonces se ha convertido en la deportista más activa del mundo del colectivo LGTBIQ+ (Lesbianas, gays, bisexuales, intersexuales y queers).