Celia y Leila: potencia en los laterales para frenar a EE UU

Hace más de un mes (20 de mayo) que Jorge Vilda dio la lista definitiva de 23 futbolistas que iban a representar a España en el Mundial. Tras preguntas y más preguntas, el seleccionador dijo la clave: "Tenemos mucha versatilidad. Si una cosa no funciona hay opciones para cambiar el plan", admitió. Es el caso de Leila Ouahabi y Celia Jiménez. Las dos laterales llegaron a la cita mundialista como suplentes y poco a poco se han ido ganando un hueco en el equipo. Ambas destacan por su rapidez y zancada. Fuertes, potentes en las tareas defensivas con un plus de picardía en las ofensivas. Otra cosa que comparten fuera del campo es su constante sonrisa. Ellas pueden ser la clave para frenar a Estados Unidos en los octavos de final…

Leila Ouahabi (Mataró, Barcelona, 1993) es una jugadora con el ADN de La Masía. Destaca por su pierna izquierda, que comenzó a utilizar de bien pequeñita gracias a su hermano, cinco años mayor: "Mi madre siempre me dice que desde muy pequeña siempre iba con un balón. La figura de mi hermano también ayudó, ya que siempre me cogía a todas horas para que jugara con él. Me cuenta que fue él quien me decía que chutara con la pierna izquierda". De esos ratos de niña en las calles de su pueblo, Vilassar de Mar, a fichar por el Barcelona. "Desde las categorías inferiores llevo allí, es el club de mi vida".

Para poder crecer tuvo que dejar al lado los colores e irse al Valencia. "Obviamente me costó irme del Barca, pero no tenía minutos y era joven. Tenía que explotar como jugadora, era el momento". Justo en esa explosión llegó la llamada de la Selección. De padres marroquíes, Leila había desechado la invitación de Marruecos un año antes. Y le volvió a fichar el Barcelona. "Yo era una jugadora totalmente diferente. Esos tres años me convirtieron en la jugadora que soy ahora".

Celia Jiménez (Alcaudete, Jaén, 1995) llega a este Mundial en el mejor momento de su carrera deportiva. A sus 24 años tiene una gran mochila de experiencia colgada. Ya estuvo hace cuatro años en Canadá, también en la Euro y además juega actualmente en la liga estadounidense (NWSL). Ha sido la primera española en ser elegida en el Draft. "Es una responsabilidad y también un orgullo. Cuando me fui a Estados Unidos a estudiar nunca soñé con que iba a llegar. Ahora que he dado el salto, que el Reign confió en mí, me apetece mucho devolvérselo y dar todo por el equipo".

Tras terminar el colegio, Celia tenía claro que quería estudiar ingeniería, siempre sin renunciar a su pasión: el fútbol. "A los 18 años tuve claro que no estaba dispuesta a renunciar ni al deporte ni a los estudios y allí me llegó la oportunidad perfecta. Cuando me fui no sabía nada, era un poco a lo loco y ahora ya me he graduado en Ingeniera aeronáutica y estoy jugando en la liga americana. Ha sido un sueño hecho realidad", comenta sin perder la sonrisa. Celia conoce muy bien a las estrellas de EE UU a las que se enfrentará España el lunes en Reims. Otro reto. Otro sueño. Ni Celia ni Leila son de las de arrugarse. Más bien de las que a todo le sacan una sonrisa. A todo le ven el lado positivo. Pueden ser la clave para deshacer la estructura de ladrillos de las americanas.