Estados Unidos viaja con dos autobuses extras y un camión
La expedición es de 55 personas, 23 de ellas jugadoras. No han escatimado en nada para que la selección se sientan como en casa y así pueda revalidar el título Mundial
Estados Unidos se está tomando muy en serio esta Copa del Mundo y no ha escatimado en gastos. La expedición que ha venido desde América está compuesta por 55 personas, de las que 23 son futbolistas. El resto, un equipo de entrenadores y preparadores físicos con Jill Ellis a la cabeza, tres médicos, cuatro fisioterapeutas, tres cámaras, un fotógrafo, un jefe de redes sociales, un cocinero, analistas... más los scouting, que viajan por todo el país y el promotor, que viaja antes que la expedición a la siguiente ciudad para comprobar que todo esta correcto. Un equipo engrasado que sabe qué tiene que hacer.
No es fácil mover a tanta gente. Ni todo lo que necesitan. FIFA da un autobús, Estados Unidos lleva dos más y un camión de cinco toneladas donde transportan de todo. Quieren replicar lo que harían en su país para mantener la normalidad. Por eso, en el camión llevan desde comida a cuatro juegos de cada equipación por jugadora, mesas de masajes, prensas para las camisetas, dos juegos de ropa de entrenamiento, uno con patrocinio y otro sin el para dentro de los estadios...
Todo esto conlleva unos gastos que la Federación no ha querido revelar aunque ha dado pistas: tiene siete cifras. Calculen la inversión para mover a todo este equipo y personal por otro continente. Porque FIFA cubre el gasto de hasta 35 personas, las otras 20 las sufraga la Federación. Y eso durante el Mundial, pero antes la Federación preparó una concentración en las instalaciones del Tottenham para que las jugadoras se aclimatasen. Ahí sí que dieron cifras del gasto que supusieron esos diez días en Inglaterra: un millón de dólares, según la Federación, la concentración más cara tanto de hombres como de mujeres.
No han dejado nada al azar. Tanto que viajaron hasta tres veces a Francia para ver los estadios, hoteles, cómo serían los desplazamientos, incluso, adelantándose y estudiando dónde podrían jugar los octavos. Lo tienen todo bajo control. El entrenador de alto rendimiento monitoriza todo, hasta la calidad del sueño de sus jugadoras. Todo por mantener su corona del fútbol femenino...