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ITALIA

Sarri llega a la Juve con 3 esquemas: así afecta a Cristiano

El entrenador italiano utiliza planteamientos con cierto parecido a los de Zidane cuando tenía a Cristiano. Cumpliría un rol similar y con un objetivo claro, el gol.

Actualizado a
Cristiano Ronaldo durante el encuentro entre Juventus y Ajax.
ISABELLA BONOTTOAFP

Maurizio Sarri (de 60 años) apunta a ser el próximo entrenador de la Juventus de Turín. La llegada del italiano llevará al banquillo un nuevo nivel de fútbol ofensivo después de las etapas de Antonio Conte y Max Allegri. Sarri es un entusiasta del juego de posición donde prima la posesión del balón, el ataque y la presión alta. Su estilo ofensivo goza del aval de Cristiano, que verá como su posición en el campo variará primando su capacidad goleadora por encima de todo.

En el libreto de Sarri priman tres esquemas, según publica Tuttosport: dos variantes del 4-3-3 y el 4-3-1-2. En estos esquemas Cristiano podría jugar como extremo, como delantero en dupla o como delantero en un trío atacante.

4-3-3 con ariete

La primera opción de Sarri sería un 4-3-3 con Cristiano en la izquierda acompañado de un nueve rematador y un extremo puro que apurase la línea de banda en busca de colgar balones al área para alimentar a ambos goleadores. En Tuttosport, donde ya cuentan con posibles fichajes, dan como delantera a Cristiano junto a Icardi como nueve y Bernardeschi en banda.

En este esquema, Cristiano aparecería en un rol que ya le funcionó a la perfección en el Real Madrid. Icardi o Mandzukic parten como referencia desde el centro y él tendría libertad en el frente de ataque arrancando desde la izquierda para aprovechar las oportunidades que le genere su compañero de ataque con desmarques o asistencias. 

En este esquema, el extremo contrario tiene una función clara, alimentar al nueve y a Cristiano con buenos centros y esforzarse defensivamente para compensar el menor trabajo defensivo de ambos atacantes. 

Otro papel importante será el de Alex Sandro. El lateral izquierdo tendrá disponible el carril para subir y aprovechar los desmarques hacia el centro de Cristiano generando una alternativa más de peligro llegando a la línea de fondo para centrar o buscando el interior. 

4-3-3 con Cristiano como nueve

La segunda variante del 4-3-3 pondría a Cristiano en punta junto a Dybala o Chiesa, aún en la Fiorentina, y Bernardeschi dando una mayor movilidad a todo el trío atacante.

Frente al ariete del primer plan, este ofrece más variantes que van desde la posible permuta de posiciones entre ambos atacantes (más si es Dybala y Cristiano) hasta el bombardeo de centros al área por parte de ambos extremos en busca de aprovechar el buen juego aéreo del delantero de Madeira.

4-3-1-2, la Juve con la fórmula de Cardiff

Uno de los esquemas más utilizados de Maurizio Sarri ya lo sufrió la Juventus en sus propias carnes. El 4-3-1-2 fue el esquema que utilizó Zidane contra la Juve de Allegri en la final de Cardiff en 2017 con un éxito notable al ganar la final por 4-1 con una excelente actuación, casualmente, de Cristiano Ronaldo.

Este esquema opta por eliminar los extremos y concentrar el fútbol ofensivo en el centro. Mantiene el trivote en el centro del campo y quita un extremo para añadir un mediapunta más dos delanteros de perfiles distintos pero complementarios dejando las bandas libres para las subidas de los laterales. 

Si en Madrid fue el Isco-Benzema-Cristiano, Tuttosport ofrece la variante Bernardeschi-Dybala-Cristiano. Con este esquema, Cristiano seguiría partiendo desde la izquierda pero como delantero para alimentarse de las ocasiones generadas por el talento de Dybala, más decisivo cuando juega en zonas centrales que en banda, y Bernardeschi. Además, en este esquema ganan más protagonismo los laterales que deben aprovechar todo el carril libre que dejan los delanteros para subir a poner centros laterales. Esta alternativa ganaría más músculo si Dybala pasara a la mediapunta y entrara en su lugar un 9 puro, rol que Tuttosport da a Icardi.

Con este planteamiento prima el esfuerzo defensivo del cinco y el resto de de centrocampistas, que tienen que estar atentos a las subidas de los laterales y cubrir bien los espacios a su espalda.