¿Qué tal va su recuperación? Los últimos coletazos de su lesión... Es la fase final de mes y medio. No fue tan fuerte como se esperaba, estoy en la fase de fuerza, aunque con margen para llegar a tono a la pretemporada. Estoy a tope, quien me conoce ya sabe que soy muy trabajador.
Fue a raíz de una desafortunada acción ante el Cádiz. Era un balón fácil, abajo, que salí a blocar, no me esperaba que el delantero fuese a ese balón. Se podía haber evitado y el final fue una lesión en la rodilla y un dedo roto.
¿Qué balance hace de su temporada en la UD Las Palmas? Como grupo, esperábamos estar arriba y no ha sido un año fácil. Hemos tenido tres entrenadores, mucha inestabilidad. Había buen equipo, pero no se ha dado ese rendimiento. La Segunda es muy complicada, son partidos apretados.
Pero Raúl Fdez-Cavada titular con los tres técnicos y elegido mejor jugador de la campaña...
En lo personal sí que estoy más contento. He jugado con los tres entrenadores (Nauzet era su suplente). La autoestima está alta y te invita a seguir creciendo. Me hubiese gustado repetir el año del Levante, que fui el Zamora, pero me han nombrado el mejor jugador.
Los porteros, siempre muy vigilados... Sí, es cierto, pero en este caso, todo lo contrario. Me han dado mucho apoyo, incluso alguno me decía que qué hacía jugando en Segunda en Las Palmas. Fue una decisión que tomé tras salir del Levante. Tuve una lesión de cadera y me hacía falta jugar. Es lo que he conseguido, he dado rendimiento y he crecido. Me cuido y tengo esa fase buena de portero. He sabido canalizar la ansiedad de querer jugar siempre, me he ido conociendo a mí mismo. Ahora se trata de elegir bien el camino.
Tiene dos años más de contrato, pero la UDL quiere aligerar plantilla para rebajar su coste. ¿Hay libertad para buscar otro destino? Imagino que querrán sacar rendimiento también, porque hay jugadores con nombre y de Primera. Pero quiere rebajar a la mitad el índice salarial y no sé cómo lo harán. No sabemos quién se quedará y quién saldrá. No sabemos el futuro exacto. Estoy tranquilo porque tengo contrato y me he sentido a gusto en el club. Si salgo espero que ganemos el club y yo.
¿Un verano movido al teléfono? No tengo la presión de quedarme libre. Estoy en contacto con mi agente y me ha ido transmitiendo algunos intereses, pero hasta finales de julio no quiero saber nada, estoy tranquilo y poniéndome a punto.
¿Qué tal Ruiz de Galarreta este último curso? Muy bien, hemos estado peleando tanto él como Rubén Castro y yo por el trofeo. Es mi compañero de habitación y de charlas. Es un jugador que en se la valora más fuera de casa. Le veo maduro de cabeza, a tener en cuenta. Viene a entrenar una hora antes y se va una hora después. La calidad que tiene, el trabajo. Tendrá equipos de Primera. Está en una situación parecida a la mía.
Lo del tema de los porteros en el Athletic es para escribir un libro. ¿Qué le parece el caso Remiro? Es una decisión que tenía tomada hace tiempo y hay que estar en su pellejo para ver qué ha pasado.
De entre Kepa, Simón y Remiro sólo queda Unai en el equipo. ¿Es un fracaso? Se han hecho bien las cosas en Lezama para que coincidan los tres. Es verdad que se han marchado por el mercado. Es complicado retener muchos años a un portero.
¿Qué le parece Unai Simón? Me gusta, sobrio, alto, con buenas cosas en portería y gran futuro. Es muy joven. En la Sub-21 tiene buen escaparate este año y veremos qué pasa.
Herrerín fue su compañero en las inferiores. Ha estado bastante seguro, está cumpliendo bien y sumando partidos en Primera, que no es sencillo hacer 100 partidos en esa categoría y está donde quiere estar.
A usted también le costó alcanzar la élite: Racing, Valladolid, Mirandés, Numancia... Está claro. Mi problema ha sido no encontrar un equipo que me diese continuidad para jugar. Cuando la he tenido, he demostrado el portero que soy, pero cuando tienes esa ansiedad no la canalizas bien, te equivocas. Eso me ha hecho perder un par de añitos, pero creo que estoy a tiempo. He escalado a partir de que Carlos Terrazas me diese la continuidad en el Mirandés.
Con 30 años es la mejor edad para un portero. Sí, a nivel psicológico y sentimental estoy muy feliz con mi mujer y mi hija; hago lo que me gusta y con aspiraciones de crecer hacia Primera.