MELILLA 0-AT. BALEARES 0

El Melilla y el At. Baleares se dejan los deberes para la vuelta

La ida se resolvió con un empate sin goles en el Álvarez Claro. Ninguno de los dos protagonista fue capaz de afinar su puntería y dejan la eliminatoria completamente abierta.

Partido Melilla.
ANGEL SANCHEZ
Simón Escudero
Redactor y portadista de Sección de AS América de Diario AS desde 2020. En 2015 entró en Diario AS como becario y desde entonces es su casa. Le gusta la Premier League, la Fórmula 1 y el tenis. Ahora le podrán leer sobre cualquier tema sudamericano y europeo. Graduado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid.
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Todo se decidirá en Son Malferit. La eliminatoria no quiso encontrar ganador en el encuentro de ida de semifinales porque tanto Melilla como Atlético Baleares no fueron capaces de romper la barrera del gol. Los melillenses empezaron con miedo y sin confianza en su juego, pero eso cambió con el transcurrir de los minutos. Los de Carrión acabaron encerrando a su rival en su portería. Mucha culpa la tuvo Ruano, el jugador demostró mucha calidad en cada jugada que pasaba por sus botas y, además, tuvo un par de ocasiones que no entraron porque Klauss lo impidió. Los de Mandiola fueron fieles a su juego con una defensa fuerte, dejando el balón al rival y metidos en su campo. Lo curioso es que repiten el mismo resultado de Santander, primer partido de ascenso a Segunda, y aquella historia acabó saliendo mal.

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El encuentro empezó con un Atlético Baleares muy enchufado, dominado con transiciones rápidas y llegando con peligro por las bandas. El juego se basó en centros al corazón del área para buscar el poderío de sus delanteros. Una superioridad que no duró más de un cuarto de hora, ya que el Melilla creció y ambos nos regalaron una primera parte intensa y llena de jugadas cerca de las áreas aunque sin un orden lógico en cada acción. Nada que ver con los segundos cuarenta y cinco minutos, donde se vio a los melillenses dominar sin acierto. 

La ausencia del gol provocó que los técnicos realizasen cambios e incluso Mandiola fue el único en agotar sus cambios. Los reemplazos no mejoraron lo que ya había en el campo, un terreno de juego que no estaba en buen estado. Por tanto, todo queda abierto para la vuelta. Mallorca dictará el finalista para la final del playoff de ascenso a Segunda. 

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