El Playoff levanta pasiones: más de 8.500 espectadores de media

No es la élite, pero su afición es de Primera. Diez campos de Segunda División B han vivido este fin de semana la emoción del posible regreso a la élite. Lo han hecho con llenos hasta la bandera, con entradas fantásticas y con miles y miles de personas en las gradas. Con 8.500 espectadores de media, los estadios de la categoría se aproximan, y de qué manera, a la entrada promedio de LaLiga 1|2|3: 10.489.

El Nuevo Colombino sufrió la oportunidad fallada del Recreativo ante el Fuenlabrada con una entrada de élite. 21.000 espectadores estuvieron en el feudo de Huelva a pesar de la dificultad de superar una desventaja de tres goles con respecto al partido de ida ida. El Rico Pérez, con 16.000, acogió a 5.000 menos y su porcentaje de espectadores fue menor. Natural, ya que cuenta con 29.500 localidades. Aun así, hubo un ambiente ensordecedor para llevar al Hércules hasta la segunda ronda del Playoff.

Cartagonova, donde se tenía que aplicar un decálogo de las remontadas en el que se incluía la polémica medida de la prohibición de acceder al recinto con la camiseta del Real Madrid, también presentó una fantástica entrada. 14.000 espectadores presenciaron la remontada ante el Castilla. Otro lleno a destacar fue el de Son Malferit. Con una capacidad oficial de 1.200 espectadores, hasta 1.700 se pasaron por el estadio el pasado domingo. El hecho de que no cuente con gradas en todo el recinto hizo posible la aglomeración. El Atlético Baleares, sin embargo, no pudo ascender.

También estuvieron cerca del no hay billetes los partidos de El Toralín y El Collao. En Ponferrada, presenciaron el partido 7.872 espectadores de los 8.400 posibles, con la clasificación de la Ponferradina como premio. En Alcoy, el Celta B condenó al Alcoyano al descenso a Tercera División, tras vencer ante 4.500 aficionados en las gradas. En Las Gaunas, 9.141 personas (de 15.902) vieron uno de los mejores partidos del fin de semana: empate a tres entre Logroñés y Badajoz.

El filial del Atlético de Madrid cayó eliminado en Anduva, donde los 3.020 hinchas del Mirandés alentaron a los suyos a la victoria (2-1). Más gente fue al Municipal Álvarez Claro (4.500) para disfrutar de una nueva hazaña del Melilla ante el filial del Villarreal. Estos dos campos marcaron de los peores registros de asistencia, al rondar el 50 por ciento.