Acertar en los fichajes es clave tras dos cursos "irregulares"
En sus dos campañas en Primera, el Girona ha realizado 18 fichajes y muchas de ellos no ha funcionado. Stuani, la única alta "sobresaliente".
Este verano se vivirán muchos cambios en la plantilla del Girona y es que tras el descenso de categoría tocará renovarse. La dirección deportiva rojiblanca trata de atar cuanto antes a un entrenador para la próxima campaña en Segunda, pero no deja a un lado la planificación de la plantilla. Tener una buena base de jugadores para intentar luchar por el ascenso a Primera es vital, pero también lo será acertar con los fichajes. Cárcel ya baraja una lista de futbolistas que podrían vestir la camiseta gerundense la temporada que viene y no se puede fallar en la elección final. Y más después de dos cursos "irregulares" en los que ha habido más sombras que luces en relación a las altas. En Primera, el Girona ha realizado 18 incorporaciones y la única que, desde el club, han podido catalogar de "sobresaliente" ha sido la de Stuani.
Uno de los mayores retos de Cárcel en estos dos últimos cursos ha sido mantener el bloque que logró el ascenso a Primera la campaña 2016-17. No era fácil, pero se logró retener a jugadores como Bono, Juanpe, Granell, Pere Pons, Mojica, Borja García, Maffeo (se logró su cesión un curso más) y Portu. Este verano será muy distinto porque muchos de ellos tratarán de continuar en Primera y habrá que fichar sí o sí. Cárcel está en el punto de mira porque en estos dos últimos cursos, en Primera, ha incorporado a 18 jugadores y han ofrecido un rendimiento muy variado. En la campaña pasada, la primera de la historia en la categoría de oro del fútbol español, se firmó a Gorka Iraizoz, Muniesa, Bernardo, Planas, Timor, Boulaya, Olunga y Stuani y se lograron las cesiones por parte del City de Douglas Luiz, Kayode, Aleix García y Marlos Moreno. Además, en invierno se firmó a 'Choco' Lozano.
De todos ellos, para el olvido fueron las altas de Kayode, Marlos Moreno y Boulaya porque ninguno convenció a Machín, por aquel entonces técnico del Girona. Se cancelaron las cesiones de los dos primeros en invierno y Boulaya se marchó, también a mitad de temporada, al Metz. Lo que está claro es que de todos los fichajes que se hicieron en la primera campaña en Primera solo Stuani, Iraizoz, Timor, Muniesa y Bernardo fueron regulares y mostraron un buen nivel y después están Planas, Lozano, Olunga (hizo un hat-trick ante Las Palmas), Aleix García y Douglas que dejaron destellos. De estos, no han seguido este año Timor, que se marchó en verano a Las Palmas, y Olunga, que está ahora en Japón.
Este curso hubo menos movimientos en forma de altas porque la dirección deportiva, junto con Eusebio Sacristán, consideró que la plantilla apenas necesitaba incorporaciones. Solo llegaron Doumbia y Roberts (cedido por el City) y en invierno se firmó a Raúl Carnero. Ninguno ha tenido continuidad ni ha mostrado un buen nivel y lo único que se puede rescatar como positivo este curso han sido las apariciones de Pedro Porro y Valery. Ambos iniciaron el curso con ficha del filial y, tras su trabajo y calidad, han acabado siendo profesionales. El Girona se enfrenta a un verano ajetreado y Cárcel debe acertar en unas incorporaciones que en los dos últimos cursos han traído más quebraderos de cabeza que alegrías.
El Girona tiene pensado pescar en el Peralada
El Girona romperá el acuerdo de colaboración que tenía con el Peralada hasta 2021 tras su descenso a Tercera, pero antes atará a varios jugadores del equipo ‘xampanyer’. Puede hacerlo sin problema porque, a excepción de los futbolistas que estaban cedidos, todos tienen contrato con el Girona. La idea de la dirección deportiva rojiblanca es que jóvenes como Soni, Paik, Montes, Andzouana y Pachón hagan la pretemporada con el primer equipo y, si el nuevo técnico lo considera oportuno, hacerles ficha. En cuanto al resto de jugadores, se les rescindirá el contrato o bien se intentará cederlos a equipos de Segunda B.