Perder más que ganar
Perdió el Atleti en el amistoso que cerró la temporada: lesión de tobillo. Buzaglo hizo los dos del Beitar. Grizi el gol rojiblanco, su último, de penalti.
El amistoso ante el Beitar pronto dejó de ser un mero trámite para convertirse en algo muy serio. Y marrón. Se leía en el gesto del Cholo, incapaz de tragar. En lo grave que Godín miraba desde el banco hacia la portería de Nitzan. En la mano de Costa que golpeaba la hierba, que se tapaba los ojos, mientras la otra se la llevaba al tobillo, caído en el área. 45 días después del Camp Nou volvía a jugar y era titular, pero una camilla se lo llevaba en el minuto 26. Con el tobillo trinchado por Keltjens, que entró con cuchillo y tenedor, durísimo. Sobre la hierba dejaba un par de piques y la jugada de la lesión con Morata, cómo convertir un mal control en una pared. Simeone no dejó de morderse las uñas hasta el descanso.
Por saber de Costa. Y porque el partido en Jerusalén era una metáfora de su temporada. Sin Costa apenas, hasta allí le persiguieron las lesiones. Sin que ninguno de los que se van (Juanfran, Godín, Grizi) fueran titulares. Tampoco los que no se sabe (Filipe y Rodrigo). Una metáfora del juego rojiblanco este año, un manejar sin concretar. Por el ir perdiendo ante un rival que no ha logrado clasificarse para la fase de grupos de la Europa League. Por cómo llegó el primer gol del Beitar. La banda de Arias y su defensa inexistente de un centro lateral. Un año después sigue sin enterarse de que juega en el Atleti del Cholo. Empezó regular y acaba mal-mal. Ayer era Buzaglo quien lo celebraba.
Mientras Filipe era la muleta sobre la que Costa se apoyaba para introducirse en el túnel, saltaba al campo Rodrigo. Y cuando Rodrigo toca la pelota le da sentido: al manejar de antes, el Atleti le sumaba ocasiones, aunque el balón siguiera sin entrar. Nitzan le hizo un paradón a Morata, muy desatinado, decidiendo mal en cada contra, y sólo Vitolo sumaba su brillo al de Rodrigo. Quebrando, buscando, arrancando en la mediapunta. El partido cerraba la 2018-19 pero en realidad era una candidatura para la siguiente. En el Cholo todo suma. Vitolo quiere.
Candidaturas en medio de una despedida emocionada, la del Beitar y su afición a Benayoun. Jugó 35’. Cuelga las botas dejando un gol inolvidable. Aquel con el Liverpool al Madrid. Fue tras el descanso, cuando Griezmann se acabó con la rojiblanca.
El último de Griezmann
Y se echará de menos su pausa, su estar en todas partes, su sacrificio, sus pases filtrados como esos con los que ayer buscaba a Lemar, se añorará su gol. Todo eso que al Atleti le había faltado en la primera parte lo puso él en el primer balón que tocó. De penalti, eso sí. Una mano del Beitar en el área. Pero cómo lo tiró. A la escuadra, pegado al palo. Ay si hubiese lanzado así el de Milán... Bailó para celebrar. La última vez.
Diez minutos le duró el 1-1 al Cholo. Los que tardó Buzaglo en atrapar un balón que Rodrigo entregó mal a Saúl y por el que Saúl no corrió, irse a la contra y batir a Adán. Lucía una cresta muy Grizi temporada 2015, cuando llegó y todos le queríamos. La metáfora de la temporada y sus horrores durarían hasta el final. Jugadores en sitios que no eran el suyo, como Thomas, ayer central, Correa con su alboroto para nada y el parte médico de cada partido, de c-a-d-a p-a-r-t-i-d-o, aunque éste no tuviera que ver con los demás, aunque éste sea el peor.
El de Costa que despidió ayer en Jerusalén la temporada. Un final que puede comprometer mucho la que viene, un amistoso muy caro. Se leía en la cara del Cholo desde el 26’, cuando Costa se fue con la mano en el tobillo al hospital.
Y con derrota. Para olvidar.