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Se retira Chica, que lo hizo todo en "el mejor club del mundo"

Fue recogepelotas en Sarrià y Montjuïc, puso la primera piedra en la Ciudad Deportiva, alcanzó la final de la UEFA y ostenta la puerta 27 de Cornellà.

Se retira Chica, que lo hizo todo en "el mejor club del mundo"
MICHAEL KOORENREUTERS

“Se acabó. Hoy termina una etapa en mi vida, hoy termina un sueño, el sueño de niño que cumplí gracias al mejor equipo del mundo, siempre estaré agradecido al Espanyol por tanto”. Así empieza una conmovedora carta con la que Javi Chica anunciaba, este domingo, su retirada del fútbol, tan solo dos días después de cumplir 34 años, y uno desde que su club del alma regresara a Europa, un hito que pudo vivir el sábado con sus protagonistas en el mismísimo vestuario local del RCDE Stadium.

Su presencia en la tarde más bella de Cornellà-El Prat fue como cerrar un círculo. Porque Chica fue parte importante en la andadura del Espanyol por la Copa UEFA 2006-07, en la que jugó diez partidos, y eso que era la temporada de su debut con el primer equipo (38 encuentros en total disputó en aquel curso de la irrupción). Y porque en el actual estadio, que inauguró con el trago más amargo, el del adiós a su íntimo amigo Dani Jarque, dio también sus últimas carreras de lateral diestro como perico, en 2011, harto de esperar una oferta de renovación que no llegaba, y después de 15 años en una entidad a la que llegó como alevín, a las órdenes de Albert Villarroya, procedente del Martinenc, y para la que había hecho de recogepelotas en Sarrià y Montjuïc, se había entrenado en la mítica Chatarra, había participado de la primera piedra en la Ciudad Deportiva, en 1997, y finalmente, había triunfado. Hasta el punto de que la grada coreaba aquello de “¡Chica, Selección!”. Y de que el proyecto ‘Glòria als Herois’ le concediera una puerta, la 27, en ese estadio que ahora salta por el retorno a Europa.

Tras el Espanyol, Chica pasó por el Betis y por el Valladolid y por el Llagostera, antes de recalar el pasado verano en la Fundació Esportiva Grama, cada vez más cerca de su Sant Andreu. Curiosamente, había comenzado en la cantera en el mediocentro y cuelga las botas actuando como pivote. De nadie, clubes, entrenadores, empleados y aficiones, se olvida Chica en su despedida. Que es un hasta pronto. Porque a alguien tan arraigado como él al Espanyol, todo entrega, buena gente y excelente profesional, le aguardan rápidamente los banquillos. El fútbol de barrio y de elite, todo en uno.