El Oviedo sigue creyendo
Los hombres de Egea derrotan a un plano Numancia en un encuentro soso y anodino y mantienen sus opciones de meterse en el play-off.
El Oviedo puso un poco más, solo un poco, en un choque soso y anodino, inexplicable a estas alturas de competición, y se gana otra vida extra en su carrera desesperada por el play-off. De la cita sale malparado el Numancia, que aumenta su preocupación en el desenlace. El 1-0 pareció una cuestión de actitud.
A pesar de lo que había en juego, la realidad no mostró a dos equipos con hambre. Salió de primeras un choque sin chicha, sin ritmo. Parecía pretemporada. El Oviedo quiso tener la pelota aunque con escasa profundidad. Solo encontró una vía cuando Viti le permitió correr. A los 5 minutos, los azules ya habían avisado un par de veces por la banda diestra. En la primera, Ibra remató fuera un centro de Johannesson. A la segunda. Jimmy filtró al galope de Viti que no pudo sacar nada claro de su incursión en el área.
Un centro peligroso de Christian a los 12 minutos cerró la carta de presentación del Oviedo, engañosa en todo caso. Su afán reivindicativo se agotó ahí. Los azules nunca parecieron cómodos. El Numancia, por su parte, mostró una faceta muy defensiva. Su prioridad era mantener la meta alejada de peligros. No pensó en el área contraria. Un tibio remate de Carlos Gutiérrez fue su pobre aporte. El Oviedo volvió a intentarlo de a balón parado. Chutó Tejera y Juan Carlos despejó abajo con serios problemas.
Despertó algo el ambiente el Oviedo al inicio de la segunda mitad. Bastó con un par de llegadas para enchufar al personal. De un córner, minuto 47, salió la jugada extraña de la tarde. Centró Tejera, el balón salió repelido por la zaga numantina y Villalba quiso romperla, con tan mal tino que la devolvió al área. Carlos Hernández, improvisado cazagoles, empujó a gol.
Al contrario de lo que podía parecer, el golpe no espoleó al Numancia, que siguió con su versión roma. Pero los de López Garai espabilaron con los cambios y se reservaron sus opciones para el final. Yeboah se encontró con Carlos Hernández antes de que el balón pegara en el lateral de la red a los 75 minutos. Dos después, Guillermo maniobró en el área y cruzó en exceso con la zurda. El Oviedo supo resistir ese arranque de los sorianos sin sufrir rasguños y se dedicó a partir de entonces a ir apagando el choque, que murió sin más incidentes en las áreas.