Soler y Rodrigo aprovechan los errores pucelanos para llevar al Valencia a la Champions
Dos errores groseros de Olivas y Alcaraz facilitaron la victoria de los ché que jugaran la máxima competición europea la temporada que viene.
Cuando un equipo se juega la vida y otro ya tiene conseguido el objetivo, pese a que se apela siempre a la deportividad y la dignidad, parece complicado que el resultado no sea el que interesa al primero. Los goles de Soler y Rodrigo marcaron la diferencia y llevan al Valencia a la Champions (2-0).
Y eso que el Valencia salió al campo esperando la primera oleada del Real Valladolid y sufrió por las bandas, sobre todo, por la izquierda, donde Gayá vio amarilla muy pronto. Por el otro lado, Toni creó la ocasión más clara de los pucelanos al irse entre dos rivales y presentarse, pegado a la línea de fondo, ante Jaume, pero su disparo se fue al palo. La oportunidad local despertó a los visitantes que ya sabían que el Getafe ganaba su partido. Empezó a entrar Mina en juego y Yoel tuvo que trabajar en dos disparos del gallego que le comprometieron. El dominio valencianista se vio interrumpido con Verde. Participó y quiso despedirse, de momento, con un gol marca de la casa. Lo tuvo de falta directa, pero su tiro lo despejó Jaume con los pies más por intuición que por ver venir el esférico. Pasado el susto, los de Marcelino pisaron el acelerador, adelantaron líneas y buscaron robar el balón en la salida. De ahí llegó el disparo de Guedes, primero, y el gol valencianista. Mina robó el balón a Kiko Olivas y le cedió el esférico a Soler para que batiera a Yoel. El Valladolid se revolvió, buscó la portería de Jaume, pero sin suerte.
En la segunda parte, el drama duró poco. Lo que tardó Alcaraz, uno de los más destacados del Real Valladolid esta temporada en perder un balón en el borde de su propio área ante Parejo que cedió el esférico a Rodrigo para que sentenciara el partido y la clasificación para la Champions. El propio jugador barcelonés se quiso quitar la espina de su error anterior y estrelló el balón en el palo tras tocarlo Jaume, que demostró estar preparado para el partido del domingo ante el Barcelona en la Copa del Rey. Después hubo un penalti a Unal de Paulista, el trencilla acudió a la televisión a verlo y no lo pitó. Segunda vez que a los pucelanos en esta temporada el árbitro le llama el VAR y no se pita la pena máxima. Y llegó el momento más sentimental de la tarde, cuando Borja fue sustituido, el partido se paró, todo el estadio se puso en pie y el 8 del Valladolid besó el césped de Zorrilla y se retiró en un mar de vitores. El Valladolid ya estaba de fiesta, Unal disparó al palo, mientras que el Valencia pudo rematar la faena con disparos de Gameiro y Ferrán. El Valencia va a la Champions y el Real Valladolid estará una temporada más en Primera.
