Ipurua, laboratorio de Valverde para la final del Villamarín
Valverde probará cosas para la final de Copa ante el Eibar de Mendilibar, amante del 4-4-2 como Marcelino. Los problemas en la delantera marcan al Barça.
Después de tres días de descanso, es de suponer que Valverde llevará a casi todos los mejores a Eibar. Al Barça tampoco le interesa perder demasiado ritmo de competición a una semana de la final de Copa del Rey. Además, los de Mendilibar juegan con un sistema casi idéntico al Valencia. A pesar de que en las últimas jornadas el técnico está utilizando un dibujo con un delantero, especialmente fuera de casa, el Eibar suele jugar con un 4-4-2 como Marcelino. Con jugadores con distintas características y patrones diferentes de juego, obvio, pero el mismo dibujo en el campo.
Para el Barça, el gran problema está en la delantera. Ganar la Copa sin Suárez, Dembélé y casi con seguridad sin Coutinho no va a resultar tarea fácil por más que esté Messi. Todos adivinan un once en la final de Copa formado por Cillessen; Semedo, Piqué, Lenglet, Alba; Busquets, Rakitic, Vidal; Sergi Roberto, Messi y Malcom. Un equipo con poco gol y poco desequilibrio que dependerá mucho de la profundidad de los laterales y las llegadas de Vidal al área para acompañar a Messi.
Ahora falta por saber a cuántos de estos potenciales en la final de Copa se lleva Valverde a Eibar, aunque da la sensación de que le interesa tener a sus jugadores en cierta actividad y terminar LaLiga con buen sabor de boca además de empezar a probar automatismos para el partido del próximo sábado 25 de mayo en el Benito Villamarín.