El pregón de San Isidro en 1997 de Di Stéfano: "Entregaos a la chulaponería sana"

El día que Di Stéfano leyó el pregón de San Isidro

 “Madrileños, madrileñas. Vecinos de toda esta Villa y Corte. Tiempo hace que celebráis las alegres fiestas de primavera, recordando la festividad de nuestro patrón. El esfuerzo que todos los madrileños estáis haciendo para recobrar y actualizar nuestro pasado, tiene para mí gran importancia sentimental, al ser pregonero este año de las Fiestas de San Isidro. Cuando me lo propusieron acepté el honor complacido y consciente de que no buscaban en mí al erudito, que no lo soy, sino al amigo y vecino de esta ilustre Villa, donde he pasado buena parte de mi vida y de la que guardo los más entrañables recuerdos. Desde hace tiempo tengo una deuda de gratitud contraída con el pueblo de Madrid, que con tanta generosidad y cariño nos ha acogido a mi familia y a mí. Aprovecho esta oportunidad que me brinda el Ayuntamiento de Madrid para daros las gracias a todos y desearos que en estos días festivos os entreguéis con deportividad a la chulapería sana y al madrileñismo castizo, y así sabréis lo que es canela fina y armar la tremolina cuando vengas a Madrid ¡Qué sí!”. El propio Di Stéfano (un pregón que definió como “cortito y al pie”) explicaba sus emociones: “Me puse muy nervioso al principio por el acontecimiento. Ha sido más imponente que un partido de fútbol. En el campo se calienta uno en el tercer minuto. Aquí no ha sido así”, decía, antes de que le impusieran la Medalla al Mérito Deportivo...