El Levante alivia a un Celta ausente en San Mamés
Doblete de Raúl García en dos minutos para seguir mirando a la sexta plaza en el Athletic y penosa actitud de los olívicos, casi salvados por la derrota del Girona.
En las dos últimas jornadas todos los equipos sacan lo mejor de su repertorio, ya sea de fútbol, los que dispongan de él, o de intensidad, que a estas alturas se supone todos llevan puesta. Pues no. El Athletic fue a por Europa en su último encuentro en casa con el ímpetu de un lobo hambriento. Y el Celta, con el transistor en su oreja esperando favores del Levante en Girona que llegaron o tal vez dejando los deberes para la última jornada ante el Rayo, compareció ausente. No se entiende qué pensaba este equipo laxo, inconsistente en todas las parcelas y poco fluido. El Athletic deslumbró por fe y ganas en dos minutos. Raúl García firmó un doblete que mandó al equipo de Escribá a la lona. Como sumándose a la tarde de homenajes en Bilbao, este no dijo ni pío de inicio ni de postre, le fundieron a placer.
Lo que tiene el fútbol. Parte de la grada iba a rendir homenaje a Susaeta en el minuto 14, por su dorsal, y se lo impidió benditamente un jugadón que arrancó Muniain y trenzó con Capa y Williams, este de bello tacón dejando para que el propio Iker estuviese a punto de hacer gol. Araújo, vaya tarde la suya, fue muy loco y cometió penalti. Lo lanzó a asegurar Raúl García, que se agarró tras marcar a la red como una fiera. Pues bien, dos minutos más tarde una jugada emparentada con aquella, con Muniain enredando entre las líneas enemigas, sirvió para que este diera el pase de la muerte y Raúl remachase el doblete. El Celta era pura contemplación en área propia. Se trataba de un partido de delanteros, no de defensas. De hecho los olívicos avisaron previamente en sendos lanzamientos de falta con dos acciones calcadas, patentadas por Brais y Boudebouz, con un amago y un pase medido para el remate de cabeza de Maxi. Uno de ellos acabó en la red, pero fue anulado por claro fuera de juego.
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El cambio de piezas en las bandas de Garitano al poco de empezar dio resultado. Ibai se acomodó al flanco izquierdo y Muniain fue una pesadilla partiendo desde la derecha y generando superioridad por dentro, ante un Olaza que pasó un calvario. Una cesión comprometida del lateral celeste llegó a Rubén, que ante la presión de Willams golpeó lamentable y fue protagonista de la jugada tonta del año. El toque dio en Iñaki, se fue hacia la meta y lo remachó sin que no le cogiera ni un galgo.
Mientras en Girona llegaban noticias que cortaban la respiración de Balaídos (gol del equipo de Eusebio y luego remontada del Levante…), Escribá emitió una señal de que decidieron jugarse toda la partida por la permanencia a la última carta, el sábado que viene. Sacó a Maxi y metió a Bufal, mientras todos seguían esperando la aparición del mago Aspas. Hubo un pacto de no agresión, aunque aún marcó otro gol Williams, anulado por el VAR por fuera de juego previo de Capa. El final certificó que el curso eterno para ambos equipos lleva caminos opuestos. Para el Celta, sin un mínimo ataque de orgullo, la agonía de la permanencia se acerca a su fin con la tranquilidad virtual sellada gracias al Levante (solo una carambola de 7 goles del averaje le descabalgaría de Primera). El favor ajeno le evitó seguir con otra semana muy latosa. Mientras los granotas desataban su alivio, metían los vigueses el tanto del honor con un penalti convertido por Aspas. Y el Athletic ha atajado hacia la ilusión de la sexta plaza. Si gana en el Sánchez Pizjuán será suya. Pero si pierde y gana alguno en el Espanyol-Real Sociedad, se quedará por segundo año consecutivo sin premio.
Garitano: "Aduriz sabe desde hace mucho tiempo que queremos que continúe"
El entrenador del Athletic Club, Gaizka Garitano, se mostró optimista sobre la posible continuidad de Aritz Aduriz la próxima temporada y, además de subrayar que le "gustaría que siguiera" en el equipo, cree que le van a "convencer" para que tome la decisión de alargar su carrera una temporada más.
"Aduriz sabe desde hace mucho tiempo que queremos que continúe, pero tuvo la lesión y hemos dejado en su mano que vea cómo está físicamente. Estamos intentando convencerle para que siga y creo que lo vamos a conseguir", señaló el técnico el equipo rojiblanco, después de la victoria frente al Celta.
Aduriz es un futbolista que "todavía puede dar" al Athletic en una posición, la de delantero centro, en la que "no estamos muy sobrados", añadió.
"Le veo bien. Nos echaría una mano en todos los aspectos porque puede aportar a nivel de campo y de vestuario. Creo que le vamos a convencer", resaltó el vizcaíno, tras admitir el "mal cuerpo" que le dejó la despedida a Susaeta, Iturraspe y Rico en su último partido en San Mamés.
"Te quedas un poco de bajonazo. Es gente muy querida en el vestuario y tres chavales de diez. Humanamente son pérdidas muy importantes porque son jugadores con los que te sientes muy identificado por su manera de ser. Son tres fenómenos", dijo.
Garitano, por otro lado, avanzó la intención el Athletic de "ir a ganar" el próximo sábado al Sánchez Pizjuán para certificar un billete europeo que podría ser directo si derrota al Sevilla en su campo, gracias a la sexta plaza, o con previas en caso de lograr un empate que le aseguraría la séptima posición.
"Tenemos que dar otro pasito más, a ver si somos capaces. Es la última jornada y dependemos de nosotros, aunque tendremos un rival que se juega mucho. Tenemos una final el sábado y no vamos a regalar nada allí. Queremos poner esa guinda porque los jugadores y la afición se lo merecen", reflexionó.
Escribá: "No está hecho, pero lo tenemos muy cerca"
El entrenador del Celta, Fran Escribá, se mostró "decepcionado" por la derrota encajada en San Mamés frente al Athletic (3-1), aunque admitió que la victoria el Levante en el campo del Girona les deja la permanencia "muy cerca" gracias a su diferencia de goles con el equipo catalán.
"No está hecho, pero lo tenemos cerca. La cuenta de goles nos salva, pero lo que realmente nos salva es ganar el sábado al Rayo. Queremos conseguir otra victoria en casa, llegar a los 43 puntos y disfrutarlo con nuestra gente", subrayó el técnico del equipo celeste.
Escribá desveló además que, a pesar de haber conseguido esa salvación virtual, en el vestuario del Celta en San Mamés "no ha habido ninguna expresión de euforia" porque, incidió, "no está hecho".
"Nuestra única idea es ganar al Rayo sin calcular números porque sería un error enorme. Nuestro ritmo en casa en los últimos partidos ha sido extraordinario y nuestra única idea debe ser ir a ganar desde el minuto uno", dijo.
Sobre el partido frente al Athletic el entrenador valenciano apuntó que el Celta "no entró mal" en el choque, pero "encajar dos goles en tan poco tiempo" les "hizo daño" y con el 3-0 marcado por Williams poco antes del descanso "se acabó el partido".
"A partir de ahí pensamos más en gestionar a la gente con tarjetas y que no hubiera lesionados para el último partido. Es cierto que en ciertas disputas el equipo no estuvo bien, pero recibir dos goles en tan poco tiempo hace daño a cualquiera", admitió.
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