Baena impone su clase para meter al Villarreal en la final

Baena sigue opositando a mejor jugador del torneo. Si en cuartos de final realizó una jugada antológica, en la semifinal fue un quebradero de cabeza para el Sevilla. Apenas habían pasado siete minutos cuando obligó a Alfonso a emplearse a fondo para desviar un fuerte disparo desde fuera del área. El meta sevillista ya no pudo hacer nada en la siguiente acción, cuando Galdón conectó con Baena tras una gran internada por el costado diestro. Baena hizo control y pase con un solo toque, dejándole el tanto en bandeja a Fernando Niño, que marcó a puerta vacía.

Con el Sevilla tocado, Luismi intentó tirar del carro. De uno de sus múltiples zigzagueos nació un centro incisivo hacia Juan Andrés, quien no esperaba tanta precisión y erró en el remate a puerta vacío. El que no perdonó fue Baena acto seguido. Pavón falló en el pase, Baena lo interceptó y fusiló a Alfonso tras driblar a Quique Ríos. Poco después, Enric estuvo a punto de sentenciar con un espléndido lanzamiento de falta directa. Alfonso estuvo atento para blocar el disparo.

La entrada de Zarzana al descanso activó al Sevilla, que lo intentó de todas las formas en la segunda parte, pero sin fortuna. El propio Zarzana realizó un par de disparos con peligro, aunque Jorgensen estuvo siempre al quite. También lo intentó Casas con una espectacular chilena que se fue rozando el palo. Sin embargo, el que acabó marcando fue el Villarreal, ya en el tiempo de descuento. Alfonso evitó el tanto de Arana en el mano a mano, pero el rechace le cayó al futbolista amarillo y éste puso la rúbrica al encuentro a puerta vacía.