El Mallorca resurge de sus cenizas
En el año de su vuelta a Segunda División han cumplido con creces su objetivo y pelean por subir a la máxima categoría. El rendimiento en Son Moix, clave.
A falta de cinco jornadas, el Real Mallorca que reaparecía esta temporada en Segunda división procedente de Segunda B, está rompiendo el molde de su objetivo del año que era el de asentarse y no pasar apuros tras años nefastos y se encuentra instalado en los puestos de playoff y a cuatro puntos del ascenso directo.
El descenso primero a Segunda y después a las catacumbas de Segunda B arruinaron el estado anímico de un mallorquinismo que venía de tiempos de gloria. Estas son las claves del renacimiento:
Compromiso colectivo
La ilusión recuperada la temporada pasada con el ascenso y la nueva comunión con la afición han resultado fundamentales.
Son Moix
El estadio mallorquinista está siendo un fortín con 45 de 57 puntos posibles. En los diez últimos partidos de local, se han ganado nueve y se ha empatado uno habiendo marcado 18 goles y encajado 2.
La columna vertebral
Decía Luis Aragonés que los equipos tienen que tener una columna vertebral y en el Mallorca la forman Reina, Raíllo, Salva Sevilla y Lago Junior. Sin olvidar la jerarquía en el vestuario del capitán Xisco Campos o la experiencia de Pedraza.
Los fichajes
El rendimiento de Dani Rodríguez, Valjent, Estupiñán y Budimir, ha marcado diferencias.
Los que estaban
El crecimiento de Baba y los goles de Aridai han colaborado activamente.
Cuerpo técnico
Finalmente, hay que destacar la labor fundamental del cuerpo técnico encabezado por Vicente Moreno, un cuerpo técnico sólido, profesional y exigente hasta límites insospechados en el control de las situaciones.
Con todo ese cóctel, el equipo mallorquinista ha resurgido de sus cenizas y paso a paso quiere recuperar su posición en la nobleza del fútbol español.