Un Castilla a los pies de Cristo

El Castilla de Cristo o cómo un filial orbita, urbi et orbi, alrededor de un jugador sobrado para la Segunda B. Esta vez lo sufrió el Coruxo, un equipo relajado en Valdebebas y que casi tuvo que rendirse ante el despligue del delantero castillista. Cristo Ramón González está más que preparado para seguir la línea de Mariano y Mayoral, sus predecesores en el Castilla y que tienen o tuvieron su oportunidad en el Real Madrid. El filial de Manolo Díaz sigue en la brecha para entrar en las eliminatorias por el ascenso. A falta de dos jornadas sabe que depende de sí mismo para lograr el objetivo.

Un navegar que es más sencillo cuando tienes un delantero que es vela y a la vez viento. Cristo hizo jugar a su equipo y forzó el penalti, de Pitu en el 34’. Javi Sánchez engañó a Alberto desde los once metros y pavimentó el desenlace del partido.

Perdonó el Coruxo

Especialmente porque el equipo gallego desperdició dos ocasiones clarísimas al filo del descanso, ambas a balón parado, el talón de Aquiles castillista. No llegó el flechazo al punto débil y la segunda parte la agarró Cristo por la pechera y la hizo suya. Primero aprovechando un pase de Fran García por la izquierda para superar al portero visitante de un zurdazo raso y luego, ya casi en el descuento, volvió a superarse con un derechazo desde fuera del área. Maneja las dos piernas como si fueran revólveres.

Un 3-0 de autor que le vale al Castilla para encarar, bendecido, las dos finales que le quedan, la del Rápido de Bouzas y el cierre de fiesta o drama contra el Pontevedra.