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LAS PALMAS

El 11-M inspiró 'La llave sefardí', cuarta novela de Mel

El entrenador de Las Palmas tiene cuatro novelas y una quinta en proceso sobre las revueltas mineras de Asturias de 1934, que espera retrasar mucho tiempo.

Pepe Mel.
Carlos Diaz-RecioDIARIO AS

No se considera Pepe Mel un escritor, “una cosa muy seria”, sino “un contador de historias”. Reconoce el madrileño entrenador de Las Palmas que, de no haberse ganado la vida con el fútbol, lo hubiese intentado como profesor de Historia. Tiene cuatro novelas y una quinta en proceso sobre las revueltas mineras de Asturias de 1934, que espera retrasar mucho tiempo. "Eso significaría que me quedo mucho tiempo en la Unión Deportiva Las Palmas".

Ocurre que Mel acudió esta semana al Parque San Telmo, donde cada año se instala la Feria del Libro de Las Palmas de Gran Canaria, para presentar su última novela, ‘La llave sefardí”, que habla sobre extremismos y terrorismo. Su origen está, precisamente, en el mayor atentado que ha sufrido España, aquel triste jueves, 11 de marzo de 2004, cuando terroristas islamistas se cargaron la vida de 192 personas en pleno corazón de Madrid. “Mi hija cogía todos los días esos trenes para ir el colegio”, desveló un angustiado Pepe Mel, que por aquella época entrenaba al Alavés. “Veníamos de jugar contra el Cádiz y estábamos concentrados en Sancti Petri para irnos a jugar a Algeciras, rememoraba. El relato estremece: “Cuando llegué al hotel, el delegado me dijo lo del atentado. Todo el mundo puede imaginar mis momentos de pánico hasta que conseguí localizar a mi hija y saber que estaba bien. Ahí surgió la idea de esta novela”. Se siente bendecido por una suerte no tuvieron cientos de muertos y miles de familias. Maldito fanatismo.

Ese fanatismo del mundo del fútbol, el que sabe mucho de eso por los Betis-Sevilla, es el que espera no ver este sábado en el duelo Tenerife-Las Palmas. "Todo el mundo debe entender que es la fiesta del fútbol canario. Dada uno defiende a su equipo, y que gane el mejor", sostiene. Mel va más allá: "No debe ir más allá de eso. Debemos tener una buena relación entre dos islas que son hermanos. Debemos mandar un mensaje a la juventud, y si nos salimos de ahí corremos el riesgo de entrar en los fanatismos".