Iturraspe, el Flaco incomprendido de una clase colosal
A sus 30 años, el talentoso volante deja el Athletic. No se le renueva tras 320 partidos, 11 temporadas, tres goles y el título de la Supercopa. El Leeds puede ser su destino.
En cuanto Marcelo Bielsa vio sobre el Campo 1 de entrenamiento de Lezama, plagado de picas, postes, barreras y cintas, se enamoró de Ander Iturraspe. De saque le llamó con cariño Flaco, y le convirtió en el faro, en el pivote sobre el que arrancar su enrevesado entramado ofensivo. Con el técnico argentino al mando del Athletic, el volante de Abadiño, el mismo que casi deja del fútbol en Cadetes para regresar a jugar con los amigos y Kike Liñero le convenció para desistir y regresar al Athletic, se salió. Un tipo peculiar, con una clase fuera de lo común, pero también especial e introvertido. A veces incomprendido. A quien los fallos se le han visto en el campo más gruesos que a otros, al que el público de San Mamés le ha tenido siempre en el punto de mira, sin terminar de fluir una relación especial al considerarle en ocasiones indolente.
Ander Iturraspe estuvo en la preselección del Mundial 2014 con España para ser el suplente de Sergio Busquets, competía con Bruno Soriano. No pasó finalmente el corte de Vicente del Bosque, y eso que era un centrocampista muy de su estilo: fino, de calidad, con toque y recorrido. Pudo ser su punto de inflexión, pero finalmente se quedó descabalgado. Su trayectoria ha ido perdiendo fuelle sin entender demasiado las razones. El talento no se pierde. A sus 30 años deja el club rojiblanco. No se le renueva tras 320 partidos, 11 temporadas, tres goles y el título de la Supercopa. El Leeds puede ser su destino.
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