Carrera de cojos por la Champions

A las 14:00 horas de ayer, las caras de los jugadores y técnicos valencianistas eran de que se había tirado por la borda una de las dos opciones para estar en la Champions el próximo curso. A las 18:00 horas no tuve el placer de verle la cara a ninguno de ellos. Pero a buen seguro que una sensación de alivio, de volver a vivir, corría por las venas de todos y cada uno. La pifia fue gorda. Antes y después de las derrotas de Sevilla y Getafe. La oportunidad perdida, de las grandes. Pero la verdad es que de estar muertos a respirar hay un cambio drástico. Además, el Getafe tiene que visitar el Camp Nou y el Sevilla, el Wanda.

Pero con la misma distancia y una jornada menos, Marcelino debe analizar el porqué del pésimo encuentro ante el Eibar. ¿Accidente o bajón? Excusas hay muchas: el rival, un señor equipo, el calor, el césped seco, el cansancio por la acumulación de minutos de los hombres clave... No hay tiempo para mucho. Por eso, Marcelino más que encontrar las razones debe aplicar las soluciones. El calendario no da tregua. Y en cuatro días llega el Emirates, casi nada. Si en Madrid, estuvo floja la defensa, ante el Eibar no carburó la delantera ni el centro del campo. Y en el campo estaban los mejores. Ahora ya no vale de nada pensar en lo que pudo ser y no fue en esta carrera de cojos por la Champions. Llega el Arsenal. A día de hoy, el partido de la temporada.