Osasuna pone rumbo a Primera
El equipo de Jagoba Arrasate fue superior y se impuso a un Albacete que se complicó la vida y acabó el partido con nueve jugadores.
Se jugaba en El Sadar el partido que se podría calificar como el más importante de la temporada. Un Osasuna líder, invicto en su feudo y que sumaba trece victorias consecutivas en él, recibía al Albacete, equipo que aunque a seis puntos de distancia era dueño del segundo puesto, del que también da derecho a volver a Primera de manera directa. Se palpaba en el ambiente que se trataba de una tarde importante para el club pamplonés y la hinchada navarra de nuevo agotó las entradas.
Los locales salieron ordenados y tratando de presionar al Albacete para no dejarle salir de su campo pero les costaba centrarse y las pérdidas de balón se sucedían y los de Jagoba Arrasate no lograban definir bien las jugadas de cara a puerta, como una jugada de Perea, que tiró demasiado cruzado. A continuación fue Rober Ibáñez quién obligó a lucirse a Nadal, quien tuvo que desviar el balón a córner. Osasuna se fue quitando de encima los nervios y asediaba la portería de un Albacete al que le costaba salir de su campo. En el minuto 29, Juan Villar tuvo una de las ocasiones más claras, quiso picar el balón por encima de Nadal, pero la intervención del meta del Albacete volvió a ser determinante. En la siguiente jugada, el colegiado Pulido Santana anuló un gol de David García por presunta falta sobre el meta manchego y a continuación Osasuna reclamaba un penalti por mano de Bela que el colegiado obvió. Al filo del descanso era Nacho Vidal el que no remataba con acierto, tras una gran jugada de Rober Ibáñez. Las nulas ocasiones del Albacete y el poco acierto de los navarros para finalizar las jugadas de peligro, aunque fueron muy superiores a su rival, fueron el motivo de que se llegara el descanso con empate a cero en el marcador.
Comenzaba la segunda parte en la misma línea, con los navarros asediando la portería de los de Ramis. Los minutos pasaban y ninguno de los dos equipos era capaz de hacer que el marcador se moviera y las fuerzas entre ambos equipos estaban igualadas. La balanza podía caer para cualquier lado. En el minuto 63, el encuentro daba un giro inesperado. Dani Torres veía la segunda cartulina amarilla y dejaba a su equipo con diez. Osasuna sabía que tenía que aprovechar su superioridad numérica. Y lo hicieron. Tras un paradón de Nadal, Unai García marcaba de media chilena en el minuto 69. Y pocos minutos después las cosas se complicaban aún más porque en 76, Zozulia paraba con la mano, dentro del área un balón de Torres que iba directo a gol lo que supuso la expulsión de por roja directa del jugador del Albacete y penalti a favor de los locales que transformó el propio Torres. El Sadar enloquecía. Los rojillos tienen pie y medio en Primera y continúan con sus números de récord al sumar la decimo cuarta victoria consecutiva en casa.