Empate en un derbi lleno de minas
El derbi de San Mamés repartió un punto por cabeza como a buenos hermanos, aunque fue más áspero que un bocadillo de lija. Un botín equitativo que hace sonreír a ambos pero moderadamente, en su lucha por la séptima plaza. A los locales les retrae en el intento por dar caza el sexto puesto para evitar la saturación desde julio con tres previas. Mantienen a su vecino del sur a tres puntos pero lo pudieron mandar a seis.
El Alavés agarró el partido de inicio y se lo llevó a su terreno. Y eso que Garitano presentó un once que bien podrían haber apadrinado Valverde o Ziganda. Con San José y Beñat en la sala de máquinas, eterna pareja años atrás, el técnico deriotarra refrescó la línea siguiente: Susaeta, Raúl García y Muniain no jugaron por unas y otras razones en el partido precedente ante el Leganés.
El Glorioso fluía gracias a Jony, omnipresente por todo el frente de ataque. En un torpe saque de banda local, le filtraron un pase preciso que no acabó de definir con arreglo al guion previsible, aunque bien es verdad que entre Núñez y Herrerín le taparon muy bien las rendijas hacia la red. Luego centró con un gran exterior a Bastón para insinuar un 0-1 que no existió.
Los albiazules tiraban la línea de presión muy arriba. A los leones les faltaba tener la pelota, estaban destensados. Beñat, el director de la orquesta daba una orden tras otra, pero no se ofrecía, estaba en tierra de nadie, ni incrustado en la zona ofensiva para hilar pases decisivos ni en la presión con San José. Pues como suele ocurrir en estos casos, al final su ausencia fue solo la anécdota antes de emerger su luz. Una falta en la que Pacheco estuvo algo oxidado desatascó un partido en el que se vio al Athletic más miope en casa en la etapa Garitano. El meta albiazul colocó solo tres jugadores en la barrera y tardó en reaccionar ante el misil plano, fuerte y colocado del exbético. Al estilo Cristiano. Poco le duró la alegría a la parroquia local porque en una jugada embarullada, el Alavés devolvió las tablas al marcador. De nuevo vino por un balón parado, una falta que tras un barullo en el área acabó empujando Bastón. Se revisó por un posible fuera de juego, pero se descartó.
El derbi alteró a todos en corrillos de jugadores y contra el árbitro, y no se sabe muy bien por qué, ya que tampoco era sanguinario. El empate destapó el tarro de la metralla dialéctica. Si hasta ese pasaje no hubo fútbol sinfónico, el relato del partido asumió que el balón no iba a tener ningún mimo, vamos que el pulso de rivalidad vasca pasaba a ser una sesión con mucho vinagre y lleno de barricadas. Susaeta, parece mentira, pasó una reválida ahora que no va a renovar tras una vida como león. La gente le ovacionó cuando dejó su puesto a un Córdoba que mandó a Muniain a la derecha.
Aunque había cierta combustión en tres cuartos de campo, el encuentro nunca fluyó. Calleri quiso emular aquel golazo de rabona cuando vestía la camiseta de Boca, ante el Quilmes, que provocó el asombro de Maradona. Pero no fue un buen momento para querer pasar a la posteridad. La resolución más adecuada iba por lo expeditivo, por meter un zurdazo,, empeine, y desafíar con más criterio a Herrerín. Los cambios no modificaron mucho el paisaje. Kodro entró antes que Aduriz; el último guerrero, que pisó el campo en el minuto 89. Sí la tuvo Wakaso en un pase claro que le taponó San José en postura de fútbol sala, con una rodilla en tierra y la otra pierna en 90 grados. Sin más novelas, el partido, tan bacheado, se cerró. Sin contratiempos. Nadie quiso perder en dos suspiros lo que había ganado en una hora.
Abelardo
El entrenador del Deportivo Alavés, Abelardo Fernández, acabó satisfecho con el punto sumado en San Mamés frente al Athletic Club porque, a falta de tres jornadas para que finalice LaLiga, "el 'Glorioso' sigue soñando con la séptima plaza" que, en principio, dará derecho a jugar en Europa.
"Me marcho contento y orgulloso de mis jugadores porque el equipo ha vuelto a ser lo que a mí me gusta. Hemos tenido una concentración inmensa y hemos creado además tres o cuatro situaciones de peligro. Ha sido un partido muy intenso, muy derbi", resumió el técnico del conjunto albiazul al término el encuentro.
Abelardo aseguró que "estaba convencido" de que, a pesar de la última racha de resultados, el Alavés iba a completar "un buen partido" en Bilbao. "Es lógico que pases por un pequeño bache, en esta liga a cualquier equipo le cuesta ganar. En el segundo tiempo nos ha costado más, pero la primera media hora ha sido de lo mejor de mi equipo esta temporada", aseguró.
El asturiano añadió que ve a otros equipos, como "Betis, Espanyol e incluso la Real" Sociedad, en disposición de pelear por la séptima plaza. "Esto no lo pensábamos nadie a principio de temporada, pero es una realidad. No podemos fallar mucho y lo primero es ganar el próximo partido a la Real para intentar meter presión al Athletic", concluyó.
Garitano
El entrenador del Athletic Club, Gaizka Garitano, consideró "justo" el empate sumado frente al Deportivo Alavés en un partido que "ha ido por fases", la primera dominada por su rival y la segunda, tras el descanso, en la que su equipo "se ha parecido más a su versión" más habitual.
"Nos hemos puesto por delante con un golazo, pero la sensación era que en la primera media hora ellos habían estado mejor. Ha sido en una jugada aislada. En la segunda parte, sin embargo, hemos hecho más jugadas de peligro y el Alavés ha sufrido", explicó el técnico del conjunto bilbaíno.
Garitano admitió que con este 1-1 el Athletic perdió la oportunidad de dejar prácticamente sentenciada a su favor la séptima plaza, pero matizó que "el domingo valoraremos más el punto" porque se trata de "un rival directo que lleva todo el año arriba" en la clasificación.
"No estoy contento cuando empato en casa, pero hay que darle valor al contrario. Cuando llegamos -al banquillo- estábamos en descenso y el Alavés en Champions. Claro que me hubiese gustado ganar, pero muchas veces hay que valorar las cosas en su justa medida. Aunque hayamos perdido una oportunidad", reflexionó.
Garitano, por último, comentó que espera poder recuperar en los próximos días a algunos de los lesionados -Ibai Gómez, Aner Capa y Dani García- para "tener más opciones" y poder refrescar al equipo en las tres jornadas que queda. "Vamos a recuperar gente y creo que vamos a llegar bien a estos últimos partidos", concluyó.