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La nueva vida de Pelayo Novo un año después de su accidente

Tiene que andar en muletas ya que no tiene sensibilidad en los pies debido a la caída, pero asegura que "cada día estoy mejor de ánimo y siguiendo hacia delante y contento".

La nueva vida de Pelayo Novo un año después de su accidente
Ismael HerreroEFE

El 31 de marzo del año pasado la vida de Pelayo Novo cambió drásticamente. El entonces jugador del Albacete cayó desde la tercera planta del hotel de concentración, antes del partido frente al Huesca. Fue trasladado al Hospital de Zaragoza donde pasó mes y medio hasta que fue trasladado al Hospital de Parapléjicos de Toledo donde continuó con su recuperación. 

Pelayo Novo sigue con su rehabilitación en Oviedo, pero es en El Entrego donde tiene su mayor pasión: entrenar a los chicos de la Asociación de Discapacitados de San Martín del Rey Aurelio entre los que se encuentra su primo con Síndrome de Down. Allí Pelayo es feliz ayudando a los demás: "Para mí es una terapia", asegura en una entrevista concedida a Movistar +.

A sus 28 años, Pelayo Novo no tiene prisa por decidir lo que va a hacer en el futuro, aunque no descarta seguir ligado al fútbol. "Hay que tener paciencia, estoy haciendo un curso de administración y finanzas. No sé si seguiré ligado al fútbol o no. Las cabezas son difíciles, pero lo que hoy ves de una manera, mañana se puede ver de otra manera", afirma.

Pelayo tiene que andar en muletas ya que no tiene sensibilidad en los pies debido a la caída, pero el ovetense asegura que "cada día estoy mejor de ánimo y siguiendo hacia delante y contento. Si la lesión llega a ser más arriba de la espalda (es en el lumbar nº3), perdería más miembros de movilidad, pero puedo hacer muchísimas cosas". En cuanto a la recuperación, Pelayo hace "bici camino y hago ejercicios para fortalecer las partes que me funcionan bien, sobre todo los cuádriceps. Voy a la piscina, juego al tenis en silla, me meto a la playa con la tabla a hacer surf...".

Su accidente sobrecogió al mundo del fútbol y Pelayo recibió grandísimas muestras de cariño y de apoyo, y el exfutbolista asturiano, para el que su familia y novia fueron importantísimos en esos duros momentos, lo agradece "a la gente del Hospital de Zaragoza que hicieron todo por mí. Y a Toledo también. Me di cuenta de que había mucha gente que me apreciaba y les agradezco el cariño que me dieron en su momento. En el Albacete, solo pude jugar tres partidos y no pude dar demasiado como futbolista ni como profesional y les agradezco el apoyo que me mostraron sin de verdad haberles dado antes yo. Les deseo lo mejor".