Bale, un problema para el Madrid
Está en la rampa de salida, pero ya ha transmitido al club que su idea es quedarse y en el Madrid preocupa la falta de pretendientes.
No ha llegado todavía el mercado de verano para que el Real Madrid comience a cerrar las operaciones que necesita hacer, de cara a la renovación con que Florentino convenció a Zidane para que regresase al banquillo blanco. Pero varias jugadas están claras: en las llegadas, Hazard, Pogba y Jovic son los nombres señalados en rojo; y en las salidas, una destaca sobre el resto, la de Gareth Bale. Tras seis temporadas en el club, pocas voces rechazan ya que la etapa del galés en Madrid haya llegado a su fin; con su traspaso, el club espera hacer caja y financiar en parte los fichajes de este verano. Pero de momento, el galés es más un problema que una solución.
Para que la venta de Bale se fragüe en las condiciones que espera el Madrid, deben darse una serie de condicionantes que, de momento, no convergen. Para empezar, Bale ya le ha comunicado al club que su intención es la de seguir en el Real Madrid y cumplir su contrato, que se extiende hasta 2022. En una reciente reunión entre los agentes del británico y José Ángel Sánchez, director general del Madrid, el representante del club transmitió a los representantes de Bale que la entidad blanca dará facilidades al jugador para que elija destino, siempre que las ofertas se muevan en cantidades similares.
Pero la respuesta de Bale ha sido contundente: no se mueve. Aunque en el Madrid lo entienden como una medida de presión para valorarse de cara a un futuro traspaso, pues el galés ya acabó muy desencantado con Zidane en la anterior etapa del técnico en el Real Madrid y sabe que, con él al mando, sus opciones de ser titular son escasas. De hecho, tras la final de Kiev ante el Liverpool en la que anotó dos goles y fue el hombre del partido, se salió del carril amenazando con marcharse: "Tengo que hablar con mi agente, necesito jugar más". Zidane, mientras, ya le está enseñando en lo poco que lleva al frente del equipo la puerta de salida: ha sido suplente en tres de los últimos cuatro partidos; entre Leganés y Athletic no sumó ni media hora sobre el campo.
El Real Madrid, sin ofertas por Bale
Por eso, en el Madrid cuentan con que Bale acabará aceptando alguna propuesta, aunque es ahí donde llega el segundo gran problema: de momento, el galés no cuenta con pretendientes. Es pronto para ofertas en firme, pues todavía resta más de un mes para que acabe la temporada oficial, pero en el Madrid preocupa la falta total de interés en el británico hasta el momento. Ningún equipo ha llamado a las oficinas de Valdebebas para interesarse por la situación de Bale, por el que el Madrid pretende pedir 130 millones de euros de salida.
No cunde el pánico, pues en el Madrid saben que queda un verano largo por delante, si bien sería preferible cerrar cuanto antes la venta para poder centrarse en las llegadas. El Manchester United es el club al que se espera de forma más visible, pues ha mostrado durante varios veranos interés en Bale, pero el equipo 'devil' atraviesa un momento complicado en lo deportivo y, sobre todo, en lo institucional: la familia americana Glazer, propietaria del club, estudia vendérselo al príncipe de Arabia Saudí, Mohammad bin Salman, y necesita cuidar las finanzas de la entidad para que se haga efectiva la oferta de 4.400 millones de euros que, trascendió en Inglaterra, ha recibido. En ese cuidado económico no cuadra una operación de cien millones.
La esperanza del Madrid es poder colar a Bale como parte de una operación de intercambio, pues tiene interés en varios jugadores ingleses. Sobre todo se piensa en Pogba, medio del United por el que pedirán 150 millones, lo que posibilitaría un trueque con una pequeña cantidad por parte del Madrid para cerrar el trato. La otra alternativa es el Tottenham, de donde el Madrid aspira a sacar a Eriksen y club del agrado de Bale, pues ya triunfó allí en su momento.