Con 4.130 minutos acumulados durante la temporada, Jordi Alba pide a gritos un respiro para evitar cualquier riesgo de lesión y afrontar al cien por cien la eliminatoria contra el Liverpool. Aunque Alba, goleador ante la Real, dijo nada más terminar el partido que "el míster está repartiendo bien los minutos", es uno de los cinco jugadores que supera el umbral de los 4.000 y que sus esfuerzos, al contrario que el de otro jugadores que están en ese límite como Rakitic y Busquets, son más explosivos.
En ese escenario aparece Malcom. Una vez que Valverde detectase en la eliminatoria de Copa ante el Levante que Juan Miranda todavía no estaba para ser titular en el Barça y que otras opciones como Vermaelen como lateral fuesen descartadas por el desastre de Leganés, el Txingurri se inventó como carrilero en el partido de El Alcoraz ante el Huesca con un resultado relativamente bueno. Malcom jugó como lateral en un sistema 3-5-2 y cumplió el expediente. No pasó excesivos apuros defensivos y se asomó al ataque con un balón al palo. Para un jugador como él, acostumbrado a actuar de falso extremo en la derecha buscando su mejor cualidad, la conducción y el disparo o el desmarque al espacio, no resultó sencillo el cambio en Huesca. Cumplió con disciplina y demostró que, tal vez, esos 775 minutos que suma esta temporada son demasiado poco botín por su excelente actitud.
La opción de Malcom como carrilero formaría parte de un plan de Valverde para mover al equipo (y al sistema) en Vitoria y dar descanso a alguna de sus vacas sagradas . No se espera un once tan revolucionario como en Huesca, donde de una tacada entraron a jugar Wague, Todibo, Murillo, Umtiti, Aleñá, Malcom, Riqui Puig o Boateng, jugadores con poquísimos minutos durante el curso. Pero la opción de proteger a algunas vacas sagradas como Piqué, Alba, Suárez o el mismo Rakitic tiene que estar presente en Valverde, que es consciente de que, de momento, al Barça le quedan tres partidos de exigencia 'top' en el curso (los dos del Liverpool más el de Copa en Valencia) que podrían ser cuatro si llega a la final de Champions y quiere que sus jugadores lo afronten en la mejor condición.