Y volvió a incidir que “si encajas cuatro goles es difícil llevarte puntos del campo, y más con un rival como el Albacete, que juega muy bien a la pelota y concede pocas ocasiones”. Recuerda que en el partido “hay dos salidas de balón, una en la primera parte y otra en la segunda; un gol en propia puerta y el cuarto gol, un golazo porque rebota y coge una parábola imposible de parar, por lo que poco se puede hacer”, lamenta. Cree que el equipo “trabaja bien durante la semana”, pero “así no se puede; hay que darle la vuelta a esta situación".