El Athletic premia la fidelidad de McNeill y estrena galardón femenino
Fue capitán legendario del Celtic FC y recibe el One Club Man. También accede al palmarés Malin Mostrom, una de las grandes referencias del fútbol femenino en Suecia.
El Athletic instauró en 2015 un galardón que va adquiriendo peso e ilusiona mucho a los aficionados. Se trata del One Club Man, que distingue a los jugadores que han desarrollado toda su carrera en un mismo equipo, algo a lo que ha aspirado con sus leones la entidad bilbaína a lo largo de sus centenaria historia. En esta ocasión se incorpora el One Club Woman, para no hacer de menos a las mujeres. Le Tissier estrenó la pasarela en estos reconocimientos, en 2015, al ser un jugador mítico en el Southampton inglés durante 17 temporadas. Le siguieron Maldini, santo y seña del Milán, el meta alemán Maier (Bayern Múnich) y un Puyol que cubrió 15 temporadas en el Barça.
En esta ocasión se ha reparado en la figura de William McNeill, mítico capitán del Celtic FC. El defensa escocés es el futbolista que más partidos ha disputado con la célebre camiseta blanquiverde, la única que vistió a lo largo de su carrera, un total de 822 durante 18 temporadas. "La elección de Billy McNeill como OCM trasciende de la extraordinaria trayectoria individual del jugador y enlaza directamente con el equipo que capitaneó, los conocidos como 'Lisbon Lions (Los Leones de Lisboa)”, se indica desde Ibaigane. Aquel memorable Celtic conquistó la Copa de Europa de 1967 contra el Inter de Milán de Helenio Herrera (2-1) con un once compuesto en su integridad por futbolistas escoceses, y todos ellos nacidos en un radio de menos de 50 kilómetros alrededor de Glasgow.
En la actualidad, McNeill padece demencia y atraviesa un delicado estado de salud, lo cual le impedirá recibir el galardón en San Mamés personalmente, tal y como ha sucedido con los anteriores premiados. Lideró al Celtic durante su época más gloriosa en la década de los 60 y 70, ganando de manera consecutiva 9 campeonatos de Liga y otros 13 torneos escoceses, aunque aquel equipo siempre será recordado por una de las mayores gestas de la historia del fútbol, aquella Copa de Europa de 1967, siendo, además, el primer equipo británico que la conquistaba. También fue internacional en 29 ocasiones con Escocia. Una vez retirado como futbolista, la leyenda del Celtic dirigió al equipo durante 9 temporadas, de 1978 a 1983 y de 1987 a 1991, ganando cuatro ligas escocesas y el doblete en la temporada 1987-88 en la que se cumplía el centenario del club. También entrenó al Clyde, al Aberdeen, al Manchester City y al Aston Villa. A partir de 2009, McNeill se convirtió en el mejor embajador posible del Celtic, al modo y manera en que Iribar lo es del Athletic. En 2015, tras más de 60 años dedicados al club entre jugador, entrenador y embajador, el Celtic decidió dedicarle una estatua de reconocimiento junto a su estadio, en la que se aprecia a Billy McNeill levantando la Copa de Europa con la inconfundible camiseta a rayas horizontales verdes y blancas.
Por su parte, la exjugadora Malin Mostrom es una de las grandes referencias del fútbol femenino de Suecia en los últimos años. Las 12 temporadas que estuvo en el Umeå IK desde su debut en 1995 hasta que colgó las botas a finales de 2006 la han convertido en todo un icono para el club en donde disputó toda su carrera profesional. El palmarés que se labró tanto en reconocimientos individuales como en triunfos colectivos habla por sí solo. Desde su posición en el centro del campo, Malin Moström fue una de las claves para explicar el dominio del Umeå IK en el fútbol femenino sueco y europeo principalmente en la primera década del siglo XXI. Lo mismo se podría aplicar para el buen momento que vivió la selección escandinava en ese periodo.
Con el Umea IK, Moström se apuntó en 6 ocasiones la Liga Damallsvenskan y otras 4 la Copa de Suecia. Aunque, sin duda, los mayores logros los obtuvo en 2003 y 2004 ganando la Liga de Campeones ante el Fortuna Hjorring danés y las alemanas del FFC Frankfurt. Fue 113 veces internacional con una selección sueca, con la que fue subcampeona del mundo en 2003 tras perder la final con Estados Unidos y donde fue elegida en el mejor once del Mundial. También llegó a ser subcampeona de Europa en 2001 tras perder con Alemania y cuarta en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004.
Elegida futbolista femenina del año en Suecia en 2001 y mejor centrocampista en 2003, 2004 y 2005, el Umeå IK retiró como homenaje su camiseta número 6 cuando Malin anunció que colgaba las botas. Curiosamente, volvería a vestirla unos meses después cuando en junio de 2007 reapareció con un contrato de un par de semanas para echar una mano a su equipo de toda la vida y cubrir las lesiones de sus compañeras Frisk y Ljunberg.