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CUARTOS (IDA) | M. UNITED 0 - BARCELONA 1

A falta de ataque, hubo SuperPiqué en Old Trafford

El central tuvo un 100% de éxito en las entradas, recuperó cinco balones, despejó nueve, dio 60 pases buenos y fue el líder de una defensa que tuvo 69 acciones buenas en su área.

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A falta de ataque, hubo SuperPiqué en Old Trafford

A falta de una versión mágica en Old Trafford de Messi, conmocionado después del atropello de Chris Smalling a la media hora, el Barça sacó músculo en Manchester en defensa con 69 acciones buenas en el área propia y con Piqué en plan líder para abrochar un 0-1 clave para la vuelta. En uno de los mejores momentos de su carrera a sus 31 años recién cumplidos, firmó un 100% de éxito en sus entradas, recuperó cinco balones, despejó nueve, cabeceó diez lejos de los delanteros del United y exhibió cualidades que no se encuentran en la estadística como la velocidad. Nada más empezar el partido, se midió con el potentísimo Rashford en una carrera peligrosísima para el central por la cantidad de metros que había a su espalda y salió ganador.

No era un partido más para Piqué. En la rueda de prensa previa al partido habló con cierta nostalgia de su pasado y su aprendizaje en Manchester y no parecía haber nada impostado en su manera de mirar a Old Trafford cuando salió a entrenar en la previa con sus compañeros. Piqué cumplió con sus dos promesas: "El United está en mi corazón pero mañana juego con la camiseta del club de mi vida y saldré a ganar". Esa, la primera. La segunda, su convencimiento de que habían enterrado el desastre de Roma: "Nos caímos, pero ya nos hemos levantado". Piqué fue el mejor de una defensa en la que también cumplieron Jordi Alba (siete recuperaciones que compensaron sus catorce pérdidas de balón y sus 10 pases fallados aunque es cierto que fue el jugador que más pases buenos dio con 95 porque el Barça trató de salir por ahí), Semedo (seis recuperaciones) y Lenglet.

Piqué tuvo un inicio flojísimo de temporada. Fuese porque el Barça todavía no se había acoplado a los automatismos del 4-3-3 y dejaba vendidos a su defensas, fuese porque el mismo Piqué ha admitido en alguna ocasión que le cuesta ponerse las pilas y centrarse en los inicios de temporada, cometió errores graves de concentración en tres partidos seguidos: Girona, Leganés y Athletic. Piqué escapó pronto de ese bucle y anunció revancha: "Hay mucha gente que me tiene ganas y me espera. Gente que me la tiene guardada. Que aprovechen y salgan de la cueva, que les toque un poco el sol. Cada vez que hay un gol, es culpa mía".

El tiempo ha terminando dándole la razón. En Old Trafford estuvo rápido ante Rashford, inteligente al no ir al choque ante Lukaku y táctico para ir leyendo donde iban esos centros que fue limpiando del área. Sólo puso en peligro una vez a su equipo al intentar devolver a Busquets un balón que ya venía mal tocado por el centrocampista. La acción acabó con agarrón de Busquets a Lukaku y amarilla. Entendió entonces Piqué que el partido no estaba para florituras y decidió no complicarse más de lo necesario. Aun así, dio 60 pases correctos.

Piqué tenía razón. El Barça se había levantado de lo de Roma. Pero para él la vida es más que fútbol. Hoy a las 16:00 horas ofrece una rueda de prensa como presidente y fundador de Kosmos en la sede de Morabanc en Andorra. Deberá retrasarla si es que piensa asistir al entrenamiento de su equipo, que empieza a las 13:00 horas. A la velocidad que vive, Old Trafford le quedará muy lejos esta misma noche.