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Luis Hernández no pone paños calientes: "Lo de Granada fue un palo duro"

El central asegura que el Málaga “se está reponiendo” y que va afrontará el encuentro ante el Extremadura “y lo que queda de temporada con la máxima ilusión”. El objetivo ahora es acabar con la mala racha en La Rosaleda, donde el equipo no gana desde mediados de enero.

Luis Hernández no pone paños calientes: "Lo de Granada fue un palo duro"
MARIANO POZODIARIO AS

Derrota en Granada: “Sin duda que fue un palo duro para el grupo, para el equipo, para toda nuestra gente. Probablemente el más duro que hemos recibido hasta ahora. Esto está por decidir, quedan nueve jornadas. Después de la derrota, que fue dura, el grupo se está reponiendo y va a afrontar el partido del sábado y lo que queda de temporada con la máxima ilusión, porque estamos peleando por el objetivo que se planteó al principio de regresar a Primera División”.

Detalles que se dan en contra: “Al final, cuando en una competición tan igualada se te escapan esos detalles que antes controlábamos, nos cuesta más sacar las cosas adelante. Cuando las dinámicas son distintas, todo afecta. Yo al equipo lo veo igual de regular que siempre, pero en los últimos partidos por deméritos nuestros se nos están escapando puntos. Pequeños detalles como el otro día al arrancar, la expulsión… Contra el Sporting un poco lo mismo… Pero después de llegar aquí y de estar ubicados en una posición buena para conseguir el objetivo, hay que pensar en cada partido. Tenemos una afición detrás, viajaron 3.000 a Granada y se merecen una alegría por nuestra parte”.

El ascenso directo se aleja: “Se puede sacar la lectura positiva y es que jugando la segunda parte con uno menos no le perdimos la cara al partido. Es una realidad que estamos más lejos que la semana pasada. Sabíamos que era un partido clave, muy importante, por volver a sumar de tres y por ser un rival directo. No se dio el partido como queríamos, en dos detalles se nos fue. Tiramos de orgullo, casta y corazón para empatar y no pudo ser. Estamos más lejos, pero hace cinco o seis jornadas el Granada estaba por debajo”.

¿Está el equipo tocado?: “Si algo tenemos bueno es que todas las semanas trabajamos de la misma manera. Trabajamos y competimos bien desde el primer día. Venimos de una derrota dura, pero ilusionados, convencidos y con ganas de ganar. La clasificación va a cambiar muchísimo”.

Menos colchón y más presión: “Tener a los rivales cerca de nosotros a nadie le gusta, pero sabíamos que esto no era una carrera de dos equipos, que había ocho o diez equipos que iban a competir por subir. Se está viendo. Cuando no sumas, otros lo hacen. La clasificación de hoy no es como va a terminar. Tenemos que centrarnos y mentalizarnos en ir partido a partido. Está claro el objetivo que tenemos todos, pero no podemos ponernos metas más largas que el partido del sábado”.

Falta de liderazgo en el vestuario: “Mi parcela es la de futbolista y es la que puedo controlar. Yo intento comunicar el sentir del vestuario. Sé admitir cuando una derrota es dolorosa, y hacerlo a vosotros y a la afición, que no vive el día a día. En lo que no puedo controlar no me meto”.

El equipo transmite muy malas sensaciones: “El equipo trabaja de la misma manera que hasta ahora para estar en una posición muy buena para pelear por el objetivo que nos habíamos marcado. Nada de esto nos sorprende, el equipo está preparado y tenemos claro que debemos hacerlo partido a partido. El míster dijo que se iba a decidir en los últimos diez partidos y no se ha equivocado. Ahora no podemos cambiar la manera de pensar o interpretar las cosas. El equipo está absolutamente convencido de lo que hace. No nos queremos obsesionar con otra cosa que no sea sacar el partido del Extremadura. Nos quedan cinco partidos en casa y queremos hacer de La Rosaleda un fortín, ese es el objetivo, además sacar cada partido”.