Portería a cero, misión casi imposible

Uno de los tópicos del fútbol dice que con la portería a cero, al menos sumas un punto. No es el caso del Tenerife que lleva más de dos meses encajando goles semana tras semana y así, todo se hace más difícil. Desde el 0-0 en Riazor, los insulares han sufrido siempre. En algunos casos supieron remontar para ganar o empatar, algo que el pasado viernes no sucedió.

“Me gustaría jugar más partidos con marcador favorable", había dicho el entrenador en la previa, "y aunque eso depende del rival, también depende mucho de cómo salimos nosotros a los partidos". Su deseo no se dio.

Contra el Deportivo, el sábado 2 de febrero, los de José Luis Oltra estuvieron finos en todas las líneas y evitaron que los gallegos marcaran. Una semana antes, tampoco el Málaga pudo con Dani Hernández. Y antes, el Nàstic. Parecía que el equipo encontraba una línea continuista, pero solo fue un espejismo.

A partir de ese compromiso en suelo gallego, se encajó siempre. Primero se perdió de forma increíble contra el Córdoba en casa (0-2) y después en Cádiz (2-0). Las alarmas sobre el descenso empezaron a encenderse entonces y volvieron a sonar con fuerza tras igualar de manera agónica contra el Mallorca (2-2).

Llegó el parón por el partido contra el Reus que nunca se jugó y parecía que la remontada contra los baleares sería un punto de inflexión. Nada más lejos ya que se empató jugando mal contra el Numancia y en Alcorcón, ambos 1-1. El puesto de Oltra estaba en la cuerda floja y mucho más al descanso ante el Osasuna, donde el Tenerife perdía 0-2. Reaccionó en la segunda mitad para ganar 3-2.

Se volvió a encajar en el Carlos Belmonte (2-2), pero la imagen del equipo fue otra ya que nunca se entregó y reiteró su capacidad de reacción. Hasta que el viernes, el Sporting marcó en su primera llegada y evidenció aún más esta estadística. Es más, el conjunto blanquiazul solo ha mantenido su puerta a cero en siete de las 33 jornadas disputadas.