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ESPANYOL

La defensa de cinco, un 'rara avis' en un metódico Espanyol

El técnico cambió el sistema y fue efectivo 70 minutos. Sergio González ya alineó cinco defensores ante el Madrid en 2015 y Lotina le dio continuidad.

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La defensa de cinco, un 'rara avis' en un metódico Espanyol
Rodolfo MolinaDIARIO AS

La principal novedad del Espanyol del Camp Nou fue la línea de cinco defensores que alineó Rubi, quien decidió cambiar de forma radical el sistema por primera vez en la temporada. No es muy dado el conjunto blanquiazul en los últimos años ha variar su disposición en el campo. Rubi es tan amante del 4-3-3 como lo era Quique Sánchez Flores del 4-4-2 o Mauricio Pochettino del 4-2-3-1. Todos ellos solo han matizado sus propuestas en algún partido para reforzar el mediocampo.

Un sistema que está a día de hoy tan de moda como el 5-3-2 (o 5-3-1-1 el que jugó en el Camp Nou) apenas se ha utilizado en la corta vida de Cornellà-El Prat. De hecho, la última ocasión (salvo algún momento puntual de algún encuentro) fue ante el Real Madrid en septiembre de 2015 con Sergio González en el banquillo, cuando se produjo la mayor goleada en la historia del estadio: 0-6.

Aquel encuentro será recordado principalmente por los cinco goles que anotó Cristiano Ronaldo y por el caos defensivo de los primeros 45 minutos, en el debut de Michael Ciani, quien se midió en carrera con el portugués, una pesadilla constante. La defensa de aquella funesta tarde la formaron Anaitz Arbilla, Álvaro González, el francés, Rubén Duarte y Víctor Álvarez. Al descanso, el encuentro ya iba 0-4 y Sergio tuvo que rectificar. Después, en sala de prensa, asumió “toda la responsabilidad” y matizó que el problema había sido “la elección de algunos jugadores”.

El sábado, en el Camp Nou, el 5-3-1-1 con el que sorprendió Rubi sí fue efectivo para neutralizar al Barcelona hasta que Leo Messi convirtió en gol una falta. Hasta ese momento, los azulgrana apenas habían inquietado a Diego López, aunque el conjunto perico tampoco fue capaz de llegar con peligro al área rival. Un sistema que no viene para quedarse en el Espanyol, sino que fue la réplica al estilo actual del Barcelona, más peligroso en los contraataques que en el juego posicional, como se pudo comprobar en este derbi: los goles llegaron a balón parado y en una rápida transición solucionada en cuatro pases: Ter Stegen, Rakitic, Malcom y Messi.

Tirando de hemeroteca, los técnicos en el Espanyol han sido habitualmente fieles a un sistema, salvo Miguel Ángel Lotina, capaz de adaptarse a cualquier situación y de modificar sus esquemas a lo largo de una temporada. Ernesto Valverde era fiel a su 4-4-2 o 4-2-3-1, mientras que el vasco alternó en sus dos años de perico el 4-2-3-1, el 4-3-3 (la final de Copa de Zaragoza) y el 5-3-2, en un momento crítico cuando se jugaba que no despidieran.