CELTA - VILLARREAL
Celta 3 - Villlarreal 2: goles, resumen y resultado del partido
El Villarreal se puso 0-2 con goles de Ekambi y Pedraza. En una segunda parte sublime, el Celta remontó a lomos del retornado Aspas, que se fue llorando y con doblete. El otro gol, de Maxi.
La desesperanza jamás visitó el corazón de Iago Aspas. Ni siquiera en los tiempos de la más profunda oscuridad este gallego con el alma tatuada de celeste supo qué es eso de rendirse. Por eso siguió remando pese a su lesión. Pese a su recaída. Pese a que el infortunio parecía ser su nueva pareja de hecho. Hoy ante el Villarreal, Aspas retornó en el once del Celta con un Balaídos entregado. El sol que bañaba Vigo prometía tarde de esperanzas. Sin embargo, comenzaron mandando las tinieblas. Tinieblas amarillas, se entiende.
El Submarino se adelantó por con goles de Ekambi y Pedraza. Quince minutos se necesitaron para que en el estadio no cupiera ni un sólo espacio para la confianza. Sólo había hueco en un rincón ínfimo, en el corazón de Aspas. Más que suficiente. El músculo que mueve el cuerpo de este menudo príncipe de las bateas impulsó sangre celeste no sólo a sus piernas. También a las de sus compañeros.
Subidón de fe insuflado en la calidad de una falta magnífica. La ejecutó en la frontal el 10 para meterla casi en la escuadra. El chispazo de clase prendió luego en la cabeza de Maxi para poner el 2-2 que terminó siendo 3-2 gracias a un penalti con suspense (el VAR, ya saben) que transformó él. De nombre Iago. De apellido Aspas. Su grito de gol fue rugido de ilusión en Balaídos. Luego le cambiaron y en lo poco que duró en el banquillo, lloró desconsolado al darse cuenta de la emoción de su gesta. Así remontó el Celta. A lomos de su príncipe. Porque la desesperanza jamás visitó el corazón de Iago Aspas.