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ALAVÉS | MANU GARCÍA

"Más que un emblema me siento un afortunado en Vitoria"

El capitán del Alavés es uno de los jugadores históricos en Mendizorroza junto con Laguardia y Pacheco. Elogia a Abelardo tras la reacción que protagonizó el equipo de su mano.

Manu garcía, en Ibaia
PAULINO ORIBEDIARIO AS

La Liga está yendo muy por encima de las expectativas.

Nos plantamos en los diez últimos partidos de Liga con el objetivo cubierto, a ver dónde nos deja al final de temporada. Si llegamos a los cuatro últimos partidos aquí, nos podremos plantear una meta impensable al arrancar.

Han estado en zona Champions, codo con codo con los grandes. ¡A ver quién quita a la gente este caramelo!

El aficionado tiene que disfrutar de temporadas como esta y más tras venir del sufrimiento de la pasada. Es normal que el entorno y la ciudad tengan ilusión y piense que podemos acabar en puestos europeos porque llevamos 20 jornadas ahí. Pero somos conscientes de la dificultad y en diez partidos pueden cambiar mucho las situaciones. Hay equipos de abajo que será difícil que se dejen puntos y no digamos los de arriba.

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La que no falla es la gente, este año también con protestas.

Somos unos privilegiados, porque el ambiente en Mendizorroza hace al futbolista sentirse muy especial, y en los momentos complicados están pelando con nosotros. Estamos muy agradecidos y tenemos una afición de gran calidad, que tiene una forma de vivir el Alavés muy sana. Habría que cuidar más al aficionado que va al estadio partido tras partido, son la razón de que podamos disfrutar de la profesión de esta manera.

El año pasado fue duro: muchos entrenadores y llega el milagro Abelardo.

Cuando llegó el míster éramos un equipo con muchas dificultades, sin identidad, teníamos muchísimas dudas. Con diferentes formas de ver el fútbol no lográbamos resultados y la temporada pasaba. Estábamos lejos de ser competitivos. El nuevo míster nos aportó naturalidad, tiene una personalidad que se adapta muy bien al grupo. El club le viene muy bien a él y viceversa. Nos fuimos al parón fuera de descenso y vimos el final de Liga con tranquilidad, cuando las estadísticas nos daban por muertos. Estamos encantados con su forma de ver el fútbol, nos entiende y estamos creando un buen grupo de trabajo.

Usted, Laguardia, Pacheco… ¿son emblemas?

Me considero un privilegiado de disfrutar de estas temporadas en el fútbol profesional en mi equipo, eso no todos lo pueden decir. He llegado a la élite de la mano de mi club. Cuando termine esto, echaré la vista atrás y veré los ascensos, la salvación en Jaén, la final de Copa, la salvación del año pasado… Me siento muy orgulloso de cómo llegué y lo que he conseguido a nivel personal. Es mérito de los jugadores, los entrenadores, la gestión del club, la afición que no dio nunca la espalda a su equipo y luchó por gente que amase el club… Más que un emblema me siento un afortunado de poder vivir eso.

¿Es un jugador duro? Es verdad que sin su carácter no habría ido a ningún lado.

¡Llevo cuatro tarjetas este año! Si miramos en mi posición los jugadores las amonestaciones que llevan… Soy muy competitivo, como todos los que estamos en la élite. Si no fuésemos así no podríamos competir en esta Liga tan exigente. He tenido que adaptarme a diversas situaciones. De joven era jugador de ataque…

… extremo.

Eso es. Luego pasé a ser lateral.

Y por fin, en medio con Beobide.

Es algo que marca el futbolista, la capacidad para adaptarse a diferentes situaciones y gracias a esa habilidad he podido disfrutar de estos años en la élite. Estoy muy orgulloso de lo que he conseguido en mi carrera, desde mis inicios.

Y ahora el Atlético.

Sí, un equipo que te exige estar siempre al cien por cien. Me gusta su forma de entender el juego, siempre es un reto mayúsculo, pero estamos en nuestra casa y no hay que temer a nadie.