Monchi cambia el escenario de la renovación de Sarabia
Las negociaciones con el Sevilla estaban prácticamente rotas pero el regreso de Monchi hace que se reabra la posibilidad de que Sarabia se quede
El Sevilla vive aún los coletazos del tsunami que ha supuesto el regreso de Monchi a Nervión pese a que su contrato estipula que volverá a trabajar a partir del día 1 de abril. Sin embargo, cualquier gesto del de San Fernando se magnifica y su presencia en la vuelta a los entrenamientos el pasado martes ha dado mucho que hablar, principalmente, por los gestos de cariño que tuvo con Pablo Sarabia, cuya renovación sigue pendiente.
De hecho, nadie daba un duro por la continuidad del madrileño una vez que acabara la temporada por lo enquistada de una negocación que comenzó en verano y que sigue sin cerrarse. Historias de desencuentros entre el club y su representante, rumores de marcha a la Real Sociedad primero y al fútbol chino después... Su continuidad era una quimera, pero esta situación cambia radicalmente con la llegada de Monchi.
Principalmente porque Monchi fue su principal valedor cuando Sarabia llegó al Sevilla en verano de 2016 y porque el director deportivo sabe tocar ciertos resortes en la negociación que van más allá de los años de contrato, la cláusula de rescisión o el sueldo del jugador. Sarabia tiene sobre la mesa una propuesta que lo sitúa en el segundo escalón de los mejor pagados de la plantilla pero con una cláusula de rescisión muy elevada. Ahora mismo, el jugador se puede marchar por 18 millones de euros, una cifra irrisoria tal y como está el mercado si además se tiene en cuenta que acaba contrato en 2020.
El maestro Araújo sentencia que “en fútbol no se puede elevar nada a definitivo”. Y con Monchi por medio, menos aún.