El día que 500 euros y su palabra alejaron a Mata del Leganés
El delantero del Getafe pudo fichar por los pepineros en 2012, pero ya había apalabrado irse al Lleida. Ahora el internacional español será enemigo máximo azulón en el derbi del sábado.
El próximo sábado, ante el Getafe, Jaime Mata no será un enemigo más para el Leganés. Será el enemigo. Casi en mayúsculas. Como él, mayúsculo goleador que, con la internacionalidad española recién estrenada, se ha convertido en la estrella de los azulones, el eterno rival del Lega. Hace no mucho el ariete madrileño pudo ser lo contrario. Pudo ser estrella en Butarque. Estuvo tuvo a tiro. Quisieron ficharlo, pero no se logró. Quinientos euros al mes tuvieron la culpa. También la palabra del futbolista.
Verano de 2012. El Leganés habitaba en las profundidades de la Segunda B. El curso anterior casi se hundió en los abismos de la Tercera. Tocaban vientos de cambio. Pablo Alfaro llegó al banquillo y Miguel Melgar, exjugador pepinero, a la dirección deportiva. Con un presupuesto ajustado (hubo tijeretazo) ambos se pusieron a trabajar en un proyecto nuevo y revolucionario. Mata (entonces 23 años) era uno de sus objetivos.
Aquel curso el atacante terminó contrato con el Rayo Vallecano B como goleador referencia del Grupo VII de Tercera División. Varios equipos una categoría por encima lo rondaron. Entre ellos, el Leganés. Quería convertirlo en su delantero centro junto a Dioni, al que finalmente sí incorporaron.
Pese a las apreturas económicas del nuevo proyecto blanquiazul, la oferta que emergió de Butarque fue interesante, pero inferior a la de otro club de solera. El Lleida le puso a Mata 500 euros más al mes de sueldo. Mucho en términos del otro fútbol. Del más modesto. Del de menos recursos.
Contraoferta y palabra dada
El Leganés decidió apretar e igualó el salario que ponían los catalanes. Esfuerzo que se topó con la palabra de Mata y su agente. Aunque el futbolista deslizó a los pepineros que habría fichado sin problemas, el representante informó al club que ya habían dado su visto bueno a la propuesta del Lleida. Que hacía meses que la habían aceptado y, aunque sin nada firmado, no querían traicionar al conjunto ilerdense.
Fue así como los caminos de Mata y Leganés se separaron… aunque no del todo. Esa temporada y la siguiente (las dos que permaneció en las filas del Lleida), el equipo del ahora delantero azulón fue enemigo de los pepineros en el play-off de ascenso a Segunda. El primer asalto se lo llevaron los catalanes.
En el segundo, ya con Garitano al frente, venció el Lega, que acabó ascendiendo a Segunda en un camino de gloria ininterrumpido que puso al equipo en Primera, categoría que ahora comparte con Mata, el próximo sábado, enemigo máximo en el derbi ante el eterno rival.