El Oviedo, molesto con el arbitraje en el derbi
"El árbitro dio gol y luego rectificó. El balón entra y su gesto es dar gol. Aguanta y luego pita la falta", asegura Mossa sobre el tanto anulado a Ibrahima.
El Oviedo no mostró su mejor versión en el derbi, la derrota estuvo más cerca que nunca con un penalti en la recta final que Champagne logró desviar para darle una vida extra a los azules, que lo intentaron hasta el instante último. Ahí, ya en el minuto 90, llegó la acción que más polvareda ha desatado. Ibrahima remató y la pelota acabó en la red. El árbitro, tras unos segundos de suspense, anuló el tanto por falta previa del senegalés en una acción que admite interpretaciones. Para el vestuario azul no existe infracción de Ibra, como así manifestaron tras el choque el entrenador Anquela y algunos veteranos como Champagne y Berjón. El malestar de la expedición azul con el desenlace del derbi, el primero que cae del lado rojiblanco desde el regreso del Oviedo a Segunda, fue evidente.
Transcurridas algunas horas del lance, el vestuario seguía indignado con cómo se habían dado las cosas. Mossa, otro de los pesos pesados, ha sido el último en verbalizar el disgusto: "En el momento en el que sucede la acción yo pensaba que había dado gol. No valoro si es falta o no, prefiero no entrar en eso. Pero sí digo que que viéndolo, también repetido por la televisión, da la impresión de que en la acción el árbitro no pita nada. El balón entra y su gesto es dar gol. Aguanta y luego pita la falta. Habría que preguntarle a él porque el árbitro dio gol y luego rectificó", analizó el lateral de los azules.
La acción podía haber premiado a los de Anquela con un mejor resultado: "No sucedió en el campo nada diferente a lo que habíamos preparado la semana previa. Ellos, con juego directo sobre los dos de arriba. En estos partidos los detalles condicionan. El que marca primero maneja el partido. Antes de esa acción en la que se adelantan, sin tener ocasiones, no estábamos pasando apuros".