La plantilla del Rayo tiene muchas esperanzas puestas en ese partido porque las cuentas que manejan por la salvación pasan por ganar al menos cinco de los diez partidos que restan para acabar el campeonato. El equipo madrileño quiere frenar su mala racha y sobre todo recuperar el optimismo para afrontar lo que les queda por delante, sabiendo que además les queda medirse a Huesca, Levante, Valladolid y Celta de Vigo, cuatro rivales directos por esa permanencia.
En su presentación oficial la pasada semana, Paco Jémez dijo ser consciente de los aspectos a mejorar en su nueva plantilla. Algunos son tácticos pero el que más le preocupa es el anímico, para lo que aún tiene seis días por delante para trabajarlo.