Carvalho, una pieza fija aún lejos de su potencial
El centrocampista portugués luce mucho más con su selección que en sus últimas apariciones con la camiseta verdiblanca.
El Betis firmó a William Carvalho el pasado verano tras una inversión de unos 20 millones de euros que estaba llamada a revolucionar el centro del campo verdiblanco a nivel cualitativo. Tras más de siete meses, el portugués está aún lejos de las expectativas creadas en torno a su juego y también dista mucho en Heliópolis del futbolista que sí encuentra su brillo con la selección portuguesa.
Carvalho fue titular este pasado viernes con Portugal ante Ucrania y su rol como medio centro mostró un escenario muy diferente al que tiene en el Betis. Quique Setién le entrega cierta libertad sobre el césped, pero el atrevido dibujo del técnico cántabro contrasta con algunas de las carencias del jugador con espacios a su espalda: no es una pieza de contención en la medular y en el equipo verdiblanco apenas dispone de metros por delante para actuar también de llegador. Sin espacios, la versión más decisiva del portugués apenas entra en escena.
Tanto Setién como Carvalho aludieron a inicios de curso a la necesidad de cierta adaptación al sistema de juego, sobre todo a la hora de dar velocidad a las asociaciones entre las líneas. Convertido en fijo desde su llegada, ya suma más de tres mil minutos como verdiblanco entre todas las competiciones pese a que sus virtudes aún estén minimizadas. Su rol, de momento, no tiene atisbos de tener variaciones en el esquema de Setién, aunque sus cualidades adviertan de un potencial ausente tras siete meses.