Marcelino no quiso ir a darle la mano a Bordalás
Tras varias rencillas, el entrenador del Getafe estaba dispuesto a estrechar la mano a su colega, pero Marcelino se fue del vestuario al banquillo sin querer saludar.
Una norma de cortesía y educación del mundo del fútbol (no escrita) es que el entrenador del equipo local debe esperar y saludar la salida del rival para estrechar la mano del técnico visitante. Se suele cumplir. Sólo se salta en caso de enemistad o por falta de educación. Bordalás y Marcelino, Marcelino y Bordalás hace un tiempo que no se saludan en el campo. Ni antes ni después y daba igual que fuese en Mestalla o en el Coliseum. La trifulca protagonizada por ambos equipos en la eliminatoria de Copa recrudecíó el pique, siendo alimentado por ambos con polémicas declaraciones.
Sin embargo, el día anterior a este partido de Mestalla, Bordalás dijo públicamente que estaba dispuesto a saludar a Marcelino y estrecharle la mano. Marcelino, horas después, fue tibio en su contestación: "Le saludaré si llego a tiempo". Por lo visto, no le dio tiempo, no tuvo tiempo...