1x1 del Celta: Lobotka y Brais no encontraron socios
Tuvieron toda la claridad y calidad con el balón que les faltó a Sisto y a Boufal. Juncà se rompió nada más empezar. Impecable Costas como lateral.
Rubén: Evitó un resultado más abultado con varias intervenciones de mérito. No pudo hacer nada en los goles. Estuvo muy preciso en varios envíos en largo propiciando contragolpes. Lució por primera vez el brazalete de capitán.
Kevin: Un jabato. En su segundo partido como titular en Primera le tocó jugar desde el minuto 2 en el lateral izquierdo, una posición a la que no está acostumbrado. Pese a llevarse un popurrí de golpes (entre ellos un codazo de Bale que de manera inexplicable no vio la roja) y jugar la última media hora con calambres, el canterano peleó cada balón con máxima intensidad.
Araujo: Su resbalón en el segundo gol emborronó su partido. Hasta esa jugada había estado correcto, salvo en una acción a balón parado en la primera parte en la que dejó libre de marca a Sergio Ramos. Contundente en el resto de balones que el Real Madrid colgó al área.
Costas: Impecable como lateral. Tuvo que adaptarse a la banda tras la lesión de Juncà. Primero se situó en la izquierda y rápidamente pasó a la derecha. Aguantó los intentos de desborde de Asensio y de Bale. Midió muy bien cada vez que fue al suelo.
Juncà: Se rompió en el primer balón que tocó, en el minuto 2. Un contratiempo muscular que puede prolongarse más allá del parón.
Lobotka: Se reencontró consigo mismo en el Santiago Bernabéu. El cambio de sistema de Escribá, jugando 1-4-1-4-1, le permitió actuar en solitario por delante de la defensa y estuvo más cómodo que con el doble pivote. Muy efectivo en el pase, en más de una ocasión arrancó en conducción y rompió líneas.
Okay: Al contrario que Lobotka, no se le notó a gusta con el nuevo dibujo. Se limitó a hacer trabajo de recuperación como interior. Apenas entró en contacto con el esférico. Fue el tercer cambio de Escribá.
Brais Méndez: Uno de sus mejores partidos en los últimos meses. La tocó siempre de primeras y con precisión. Su calidad en el inicio de las jugadas no encontró continuidad en sus compañeros. Actuando en el puesto de interior, como hizo en este partido, aporta más al equipo que partiendo desde la banda.
Sisto: Errático. No aprovechó la oportunidad que le concedió Escribá de jugar 90 minutos. Ni desbordó ni estuvo acertado en los contraataques. En defensa le falta agresividad.
Boufal: Regaló el 1-0 con una pérdida innecesaria. Minutos antes, en una contra muy clara para el Celta, no supo qué hacer en una situación de superioridad numérica cerca del área. Escribá acabó muy enfadado con él. Dispuso de una buena ocasión en un disparo que atajó Keylor Navas con 0-0.
Maxi Gómez: Más entonado que en los últimos partidos, pero continúa su sequía. Tuvo el 0-1 en un buen cabezazo al que reaccionó Navas con una parada estratosférica. Minutos más tarde firmó una gran dejada de cabeza en la ocasión que no pudo resolver Boufal. En la segunda parte no le llegó ni un solo balón en condiciones.
Hoedt (entró por Juncà): Muy serio. Se conectó de inmediato al partido a pesar de haber salido sin calentar por la lesión de Juncà. Contundente en el corte y no renunció en ningún momento a salir jugando.
Beltrán (entró por Okay): Sus compañeros ya habían tirado la toalla cuando saltó al terreno de juego. No pudo cambiar la dinámica del encuentro.
Hjulsager (entró por Boufal): Tan voluntarioso como estéril. Ya no había partido cuando saltó al terreno de juego. Le puso ganas, pero no sacó nada en limpio.