Herrerín: "Si mis pases los hace Ter Stegen se aplaudirían"
Aclara que es un tipo expresivo, algo que suele levantar controversia y valora que Oblak es el mejor portero del mundo. El sábado ante el Atleti llega a su partido cien como león.
Herrerín llega a cien partidos en todas las competiciones como portero del Athletic en la primera situación de titularidad clara en su carrera en Bilbao. Y se hace centenario precisamente ante el Atlético, el equipo que le catapultó para regresar a casa. "Es un día especial, al margen de ser contra el equipo del que vine, es mi encuentro cien, no esperaba conseguirlo, es una meta más en la carrera deportiva. Echas la vista atrás y piensas cuándo empezaste. Te acuerdas de tanta lucha, de jugar cada fin de semana...".
El centenario le pilla como titularísimo por primera vez en su etapa en San Mamés. "Es lo que he querido siempre, he querido disfrutarlo, he sufrido muchas cosas". De los 99 partidos pasados se queda con la semifinal de Copa y la salida al campo en la final, "estaba lleno de gente, hay un montón de partidos que no llegas a recordar".
El meta bilbaíno, siempre tan expresivo, arriesga a veces en exceso pero va en su ADN. Y no se calla. Recientemente levantó la mano a la gente que ya empezaba a protestar tras un pase con cierto riesgo. No se siente incomprendido, destaca que cuando llega al vestuario ya saben cómo es, "me hace gracia que a la gente le extrañe". "El runrún házmelo cuando fallo un pase no cuando lo hago bien, porque si ese pase lo hacen Ter Stegen o Neuer se les aplaude y si lo hago yo, es arriesgado, no es por llorar ni no llorar, soy como soy, es como me identifico".
"Por mi forma de ser hay que aceptarlo, no llueve a gusto de todos, cada año he ido mejorando en aspectos que igual me lo tomaba más arriesgado". Opina que Oblak es el mejor del mundo, es perfecto para el Atleti. Y se refirió una vez más a la negativa de Arrizabalaga a ser sustituido en el Chelsea. "Si me pasase a mí saldría del campo y dentro me pegaría con el vestuario, fue un malentendido, no tiene maldad de nada". Los colchoneros llegan tras la debacle de Turín así que el guardameta rojiblanco cree que pueden llegar a Bilbao "dolidos, con rabia y tal vez sea un partido bonito de ver".