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CELTA DE VIGO

El Celta no ve puerta: su peor sequía en tres años

El cuadro vigués acumula 272 minutos sin marcar un gol. Aspas: en diez partidos sin el delantero moañés ha anotado siete tantos.

Vigo
El mediapunta Brais Méndez se lamenta durante el partido contra el Betis en Balaídos.
LALO R. VILLARDIARIO AS

De una sangría defensiva el Celta ha pasado a una sequía goleadora. El conjunto vigués solo ha encajado dos tantos en las tres últimas jornadas, pero la leve mejoría experimentada en la retaguardia ha resultado estéril debido a su falta de pegada. Desde enero de 2016 el conjunto olívico no sufría una crisis como la actual ante la portería rival. Entonces estuvo 350 minutos sin marcar, ahora acumula 272'.

Nada tiene que ver la realidad clasificatoria del cuadro olívico a día de hoy con la que vivía hace tres años. A aquel equipo que dirigía Eduardo Berizzo le falló la puntería cuando estaba instalado en la cuarta posición de la tabla. Su crisis realizadora le hizo perder una posición.

Al Celta que ahora entrena Fran Escribá llevar tres partidos sin anotar lo ha arrastrado a los puestos de descenso. El último tanto lo firmó Brais Méndez, de penalti, en el minuto 88 contra el Levante. Tras ese gol, que no sirvió para rescatar ningún punto, los célticos se quedaron con un cero en su casillero ante el Alavés, Eibar y Betis.

En estas últimas jornadas se ha agravado un problema que el Celta padece desde que se lesionó Iago Aspas. En diez partidos sin el moañés, el balance goleador se limita a siete tantos. Solo una de estas dianas ha llegado sin ser a balón parado y el máximo artillero en este periodo es el central Néstor Araujo, con dos goles.

En la temporada del 4% estaba dos puntos peor

A falta de once jornadas para que concluya el campeonato el cuadro celeste ocupa puestos de descenso. Para encontrar una situación similar hay que remontarse a la campaña 2012-2013, el curso que ha pasado a la historia como el de la milagrosa salvación del 4% porque el Celta terminó logrando la permanencia cuando en la penúltima jornada tenía un 96% de posibilidades de bajar a Segunda. En estos momentos el equipo vigués está metido en un buen lío al verse relegado a la antepenúltima plaza, pero hace seis años lo tenía un poco más negro. Marchaba penúltimo con 23 puntos, dos menos que ahora, y su desventaja con el decimoséptimo clasificado (Zaragoza) era de tres puntos, mientras que actualmente es de uno respecto al Villarreal. Con Abel Resino de entrenador el conjunto céltico consiguió mantener la categoría despidiendo la temporada con 37 puntos.