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VALLADOLID - REAL MADRID

Un Valladolid sin gol y un Madrid sin jugadores y sin ánimo

Un Solari al borde del despido tendrá que tirar de sus marginados. Odriozola y Asensio. titulares; Cop, posible sorpresa de Sergio.

Marcelo y Varane bromean durante el último entrenamiento del Real Madrid.
Marcelo y Varane bromean durante el último entrenamiento del Real Madrid. EDUARDO CANDEL
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Madrid y Valladolid deberían estar encantados de conocerse, porque resulta difícil encontrar un momento peor para ambos en la temporada. El del Madrid merece pocas explicaciones: fuera de órbita en las tres competiciones; con Solari en libertad vigilada; sin Carvajal, Ramos, Llorente, Bale, Lucas Vázquez, Mariano (el último en caer), Vinicius y el condenado Isco; con Florentino enfrentado al vestuario y buscando entrenador; y con el equipo bajando el punto de mira a Getafe y Alavés (a tres y siete puntos, respectivamente) cuando hace dos semanas apuntaba a Barça y Champions. Existe ya riesgo razonable de autodispararse en un pie.

El Valladolid tendrá en el palco a Ronaldo cuando lo necesitaría en el campo. Es, con diferencia, el equipo menos goleador de Primera. Su sequía es de récord: sólo ha ganado uno de sus últimos once partidos de Liga, suma un punto de quince (un solo gol en cinco encuentros) y desde octubre sólo le ha superado en Zorrilla al Celta, por la mínima, como todas sus victorias. El curso pasado, Mata, hoy en el Getafe, hizo 35 goles en Segunda. Ahora suma 20 toda la plantilla.

“No me preocupa, los delanteros han llegado tarde y esto acaba de empezar”, dijo Sergio González en septiembre, después de que su equipo se quedara a cero en los cuatro primeros partidos. Luego la cosa mejoró y el equipo llegó a estar en zona europea. Pero esa falta de definición le ha llevado al filo de la zona de descenso. Por fallar ha fallado hasta los cuatro penaltis que ha lanzado y los dos delanteros que llegaron en invierno, Sergi Guardiola y Stiven Plaza, siguen en blanco. Este, Borja, Luismi y Toni Villa faltarán por lesión. Cop puede ser la sorpresa.

Para Solari el partido es un cólico. Puede ser el último, gane o pierda, y debe confiárselo a la parte peor tratada de la plantilla. Odriozola y Marcelo, presuntos laterales, han jugado el 41% y el 40% de los minutos, respectivamente. Ninguno estuvo ni en los Clásicos ni en los partidos ante el Ajax. A Asensio le ha dado el 28% del tiempo, a Valverde el 23% y a Brahim el 1%. A gran parte de ellos va a necesitarlos en el empeño de mantener la plaza Champions, que no es consuelo sino condena. Asensio y Ceballos apuntan al once de hoy y no se descarta a Valverde. Isco ni siquiera viajó, condenado a cadena perpetua. Están en cuadro la plantilla y el ánimo. Un triunfo arreglará poco y un pinchazo cuadruplicará el incendio.