Iborra regresa al Ciutat de València... todavía como visitante
El de Moncada, granota confeso, vivirá mañana un derbi especial en su vuelta a Orriols
Un derbi siempre dicen que es especial. Y el del domingo no será menos. Por todo lo que conlleva. Pero si hay alguien para el que supondrá un día emotivo y diferente ése es Vicente Iborra. El valenciano regresa al Ciutat de Valencia donde siempre es recibido con honores por el levantinismo que profesa allá por donde pasa. El de Moncada salió de la cantera granota. En Orriols debutó en Primera. Y en Europa. Y él siempre se ha reconocido como un levantinista más. Sin tapujos.
La mística del fútbol, al menos en el Ciutat, concluyen que volverá algún día. Como hicieron Ballesteros o Juanfran no hace mucho. Es ley de vida. La vuelta del hijo pródigo. Y a él le encantaría. Seguro. A sus 31 años, no debería tardar mucho ese día. Iborra es levantinismo y, seguramente, el que mejor expone ahora mismo los valores del club de Orriols. Más incluso que cualquiera de la actual plantilla. Cuestión de sangre.
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Cerca estuvo hace poco. Este enero, sin ir más lejos. Antes de que acabara en el Submarino. El Levante lo tuvo presente. Quizá no demasiado en serio, pero era opción. Como también lo pudo ser el pasado verano. Quién sabe si lo será también en el siguiente. Pero lo que parece claro es que la relación Levante Iborra aún no ha vivido su último capítulo.
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Amigos. De su etapa en el Sevilla, donde también dejó huella y muchos amigos, Iborra cuajó una gran amistad con un futbolista que ahora defiende la camiseta de su Levante. Es Coke Andujar. con el que mantiene una relación muy especial. Porque la realidad es que en Orriols, de su época, poco queda. En la plantilla solo Pedro López. Y Roger, con el que todavía coincidió en algún momento pero no llegó apenas a compartir vestuario. Eso sí, empleados y directivos, todos. Empezando por Quico Catalán hasta masajistas, utilleros y demás que siempre le esperan con los brazos abiertos. Porque Iborra dejó poso.
Y eso que no es la primera vez que regresa a Orriols con otra camiseta. Ya lo hizo con la del Sevilla. En dos ocasiones. La última, eso sí, hace ya cuatro años. Fue en 2015 en un partido que los hispalenses ganaron 1–2 y él jugó los 90 minutos. El año anterior también había visitado el Ciutat de València por primera vez con el Sevilla. Entonces se empató a cero y el de Moncada jugó 45 minutos. Mañana, otra vez, y quién sabe si será la última... de visitante.