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REAL MADRID - BARCELONA

El Madrid busca gol y consuelo y el Barça, más de media Liga

El equipo de Solari dispara más, pero ha metido 22 goles menos. En 9 partidos se quedó a cero: sólo pasó una vez con Cristiano. Bale puede jugar por Lucas. Valverde medita refrescar el equipo con Umtiti y Arthur.

Casemiro y Vinicius, durante un entrenamiento del Real Madrid.
Casemiro y Vinicius, durante un entrenamiento del Real Madrid.AFP
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El tránsito de Venus por delante del Sol, alineación absoluta entre el planeta, la estrella y la Tierra, tiene lugar cada cien años, lo que le convierte en un fenómeno más común que este empate pluscuamperfecto entre Madrid y Barcelona, que a día de hoy y 241 duelos después (95 victorias por cabeza y 51 empates) están como el primer día (1902). El Barça lleva 87 años a rueda y, por tanto, ganar no sólo le daría el medio título que le falta sino una ventaja histórica sobre un rival que le supera en la Liga, le arrolla en la Champions y está muy por debajo en la Copa (sigue el partido en directo en As.com).

Aun imprevisible como todos los anteriores, de este Clásico hay pistas muy recientes. Hace tres días el Barça ganó en el mismo escenario y con gran parte de los jugadores que pondrá hoy jugando peor y tirando mejor. En eso está la conversación, en las enormes diferencias en la producción de goles. Estos son los datos: el Madrid tira más que el Barça en la Liga (15,5 veces por partido frente a 15,3) y algo menos en la Champions (18,7 a 20,2). Sin embargo, ambos han marcado los mismos tantos en Europa (14) y los de Solari llevan 22 menos en la competición nacional (65-43). Parte del fenómeno está pendiente de explicar y parte es fácilmente explicable. El Madrid se ha quedado en lo que va de curso nueve veces a cero, cinco de ellas con Solari. En las nueve temporadas con Cristiano sólo sucedió una vez, en la primera temporada de Mourinho (2010-2011), pero con tres meses más de competición. El efecto, pues, se antoja devastador y apunta a un error de cálculo en verano denunciado por innumerables exfutbolistas del club (Martín Vázquez, el último), libres todos de sospecha conspiranoica.

Está obligado a ponerle remedio el Madrid con lo que tiene. Y lo que tiene es Bale, aun insurgente, aun silbado, aun peleado con el grupo y el mundo. Ha metido trece tantos en el curso, siete en la Liga, sólo uno más que Ramos. Pero tiene gol, eso que Simeone llama don natural congénito. Y visto que, desde la óptica del Madrid, el partido se reduce a hay Liga o hay lío, parece probable que juegue hoy en la derecha, porque en la izquierda es inamovible Vinicius. Del partido del miércoles, al margen de la gran impresión general, queda que fue el jugador con una posición media más adelantada del Madrid y que le salieron bien el 71% de los regates. Ya lo advirtió Ze Ricardo, su técnico en Flamengo, antes de su llegada: “Es muy fuerte emocionalmente. No se viene abajo con facilidad ni se siente presionado por el adversario sea cual sea su tamaño”. La otra cuestión pendiente es Marcelo, cada vez más prescindible. Reguilón, según el mapa del partido del miércoles, se alargó más que Carvajal por su banda y casi tanto como Lucas Vázquez. Y atrás resulta más solvente. Sólo será relevado si Solari mira al Ajax.

Varane, pese a su herida, se entrenó ayer y jugará, porque Nacho, su relevo natural, está sancionado. Isco entró en una lista de 21, pero es candidato a descarte hoy.

Los retoques de Valverde

El Barça también tocará algo, la periferia. Quizá Arthur por Sergi Roberto, para afianzar un control que no tuvo en la Copa, y Umtiti por Lenglet. Umtiti sólo ha jugado nueve partidos este año. Reapareció en Sevilla después de tres meses. Su rodilla le hace esporádico. Los indicios no apuntan ni a Vidal ni a Coutinho, dos fichajes que encabezan la lista de jugadores sustituidos durante el curso.

El miércoles dejó datos relevantes para los dos. El Barça tuvo más posesión, pero estuvo doce puntos por debajo respecto a su media, hizo más faltas y ganó menos duelos. El Madrid tiró más, pero a puerta sólo fueron una cuarta parte de sus remates. También recuperó la pelota más arriba, a 42 metros de su portería, frente a los 29 del Barça.

Queda por determinar el factor Messi. El argentino ha sido insignificante en los Clásicos de este año, pero participa en el 66% de los goles del Barça y suma ya 122 disparos en la Liga. Entre Bale y Benzema llevan 124. El Clásico le está esperando.

Y de oyente queda el Atlético, al que un triunfo blanco y otro suyo ante la Real le dejaría a cuatro puntos del Barça con una visita al Camp Nou pendiente. El Madrid empieza como juez y de otros depende que también sea parte.