Las suplentes sucumben ante Polonia y España se despide

La versión B de la Selección sucumbió ante Polonia, un equipo que ni siquiera jugará el Mundial, y no estará en la final de la Copa Algarve. Una decepción antes de la cita mundialista, pero también una cura de humildad necesaria. España suspendió el segundo examen. Las miradas estaban puestas en la final tras el buen partido ante Holanda, pero las opciones se esfumaron de forma drástica.

Jorge Vilda apostó por cambiar al completo el equipo. Solo Alexia Putellas repitió en el one. También optó por volver al sistema 4-3-3. Nada funcionó. Las suplentes no lograron parar las embestidas de las polacas, que a la media hora ya habían abierto el marcador. Fue a balón parado, tras una falta botada por Kamczyk que Dudek, jugadora del PSG, remató hacia la portería de Quiñones. Los problemas no acabaron ahí. Poco después, Balcerzak hizo el segundo. Un mazazo para las aspiraciones españolas.

La distancia era demasiado grande y las sensaciones de España, muy pobres y alejadas de lo visto ante Holanda. Tocaba remontar y lo intentaron las de Vilda, pero se toparon con un tercer gol polaco nada más comenzar la segunda mitad que fue definitivo. Tajor logró recorrer desde medio campo sin oposición y remató pegado al poste para desesperación de La Roja.

El carrusel de cambios y el bajón anímico impidieron ver una reacción por parte de España, cansada también por la acumulación de partido y el escaso margen para la preparación. Fueron 90 minutos que deben servir de aprendizaje. Este equipo se ha caracterizado en los últimos años por su constancia y su superación. Quedan tres meses y varios partidos por jugar antes de llegar a Francia. Hay tiempo y talento. Pero este adiós a la opción de título en la Copa Algarve es un aviso serio.